En general cuando las movilizaciones tienen que ver con adultos, las cosas se arreglan a mediano o largo plazo, si es que las políticas publicas así lo demandan. En el caso de la educación, podemos ver una alternancia entre las cosas que demandan los jóvenes y las cosas que demandan - cada vez más - los adultos, secundarios y universitarios solicitan cosas que han estado postergadas por años y todo se reduce a que no puede darse ninguna garantía de que la calidad educacional que ellos necesitan se de, si esto no cambia serán victimas del sistema durante los próximos años.
Se comienza a generar una situación con el Consejo de Rectores, esta es una discusión de adultos, en donde se mezcla la situación de la educación y lo que el ministro Lavin discutía - hasta hace un par de semanas - solo con los jóvenes, ahora lo discute con los miembros de dicho consejo. Estos aducen que no han respetado la palabra empeñada, que se cambiaron documentos sin previo aviso, mientras el Lavin acusa un cierto lobby en su contra, así ahora se discute a 2 bandas, secundarios y universitarios por la vía de la urgencia y el Consejo de Rectores sobre la base de lo que se en las universidades tradicionales a mediano y largo plazo.
¿Quien terminara perdiendo? Lamentablemente y como va la cosa, terminara perdiendo lo que precisamente no puede perder, si es que el conflicto - estéril - continua y alcanza ribetes insospechados, si es que solo se cree que la solución pasa por un par de lucas más, bueno, primero analicemos de donde saldrá esa plata. Si para mantener equilibrios, se saca dinero de la educación pre-básica y básica, lise y llanamente se estará cambiando pan por caca, porque lo pre-básico y lo básico es el futuro, es donde se deben colocar los recursos para que efectivamente dentro de 15 o 20 años, la calidad estructural se cambie. Si por calmar a quienes salen a protestar o silenciar a los rectores se sacara plata de la educación pre-básica y básica, señores, ese cambio es pésimo, pierden todos, pan para hoy pero hambre para mañana.