jueves, 16 de junio de 2011

Así, no conseguirá nada... como si fuese ayer

Hoy fue el día D, el día en que los estudiantes y los profesores hilaron su "gran" paro al sistema educacional, día en que quisieron demostrar cuantos son, lo que valían en su peso real y cuan grande era su capacidad de convocatoria, fueron cerca de 50 mil personas las que marcharon desde Plaza Italia hasta La Moneda y se dieron una que otra vuelta por el centro de la capital.

La movilización despertó un cierto debate sobre su legitimidad, algunas consideraciones para aquellos que reclaman que aquí se ha perdido el orden, primero, el orden lo altero la clase política el día que dejo de escuchar a la ciudadania y empezó a tener agenda propia, donde los conflictos de interés polulan a la orden del día y ya vemos la consecuencia de la legislación, por lo tanto lo que vemos hoy en día es a esa ciudadanía tratando de recuperar ese poder soberano que delego en las autoridades - autoridades que cada día los representan menos - y esto es una crisis de la tan manoseada democracia que sucede en muchas otras partes también. Segundo, entendamos los hechos, si usted quiere existir debe hacerse notar, para hacerse notar tiene que llamar la atención, se debe hacer algo especial, algo diferente, algo distinto de lo que se esta acostumbrado y una de esas cosas es marchar, la propia clase política alimento esto porque dicen que están dispuestos a conversar con todos pero a la hora de la verdad no conversan, he visto autoridades declarar que las puertas para hablar están abiertas pero cuando se les piden audiencias simplemente las niegan. Llego la hora de que ambas partes se enfrenten en la mesa midiendo el peso de cada uno porque esta negociación avanzara según sea el poder que cada uno muestre y su capacidad de sostener la presión durante el paso del tiempo, de seguro habrá un dialogo lleno de eso que muchos llaman el "arte de negociar" desmoralizar demandas, tratar de confundir, sera parte de esto.

Lo importante de todo esto es si las marchas son legítimas o no - ya sabemos que los jóvenes se han hecho oír -, el ministro Lavín recibirá el lunes al menos a una parte de los representantes del movimiento estudiantil, el problema esta en que este movimiento en nada ha cambiado de la recordada "revolución pinguina" del año 2006, recordemos el motivo principal de las movilización que ocurrieron hace ya 5 años, era un reclamo en contra de la mala calidad educacional publica, no era por la educación en general, era en particular por el sector publico y una vez terminado el movimiento los jovenes se fueron de vacaciones, la oleada de líderes estudiantiles ingresaron a diferentes universidades - de muchos guardo un recuerdo muy loable - y la clase política llego al Congreso con un proyecto que era exactamente lo contrario a lo que todos los jóvenes antes mencionados pedían. Abordaron la agencia de la calidad, la súper intendencia, como fiscalizar mejor a los colegios subvencionados, pero no pusieron un solo punto respecto a la educación publica. más aun, muchos políticos exigieron - ex profeso - parar sus votos y no participar del proyecto, entonces la gordis - Michele Bachellet - arrinconada ante la derrota inminente de su proyecto de ley prometió un nuevo proyecto pero esta vez exclusivo para la educación publica, el problema es que jamas dio una fecha, muchos sin embargo consideraron este paso - el reemplazo de la LOSE por la LEGE - como entrar en la dirección correcta. Lo cierto, es que Bachellet termino su mandato, nunca envió la ley prometida al Congreso y hoy en día - año 2011 - volvemos al mismo tema.

Lo que reclaman los jóvenes hoy, es que no sacan nada con discutir - proyectos específicos - mientras no se modifique la constitución, porque en la constitución vigente el ESTADO tiene un rol subsidiario en la educación, es decir, no tiene mayor capacidad de gestión, dirección y liderazgo en la educación publica. Usted sabe por ejemplo que el Ministerio de Educación tiene muy pocas atribuciones en la educación superior, de manera que los jóvenes vuelven a plantear cual es el centro del problema, pero el ESTADO no hará nada porque la constitución se lo prohibe, ¿tendrá la clase política entonces la valentía de entrar a discutir este tema? no lo se, pero es eso lo que se plantea y a lo que se debe dar una pronta solución.