De que forma se puede saber que un candidato presidencial, efectivamente esta en alza y sigue en competencia. Quizás una de las mejores maneras de saberlo, es si la encuesta de turno, siempre lo han mostrado muy abajo, si las personas que analizan dichas encuestas siempre minimizan las posibilidades de ese candidato, de pronto deben explicar que ese candidato esta empatado con los otros y tendría una mejor perfomance en una hipotética segunda vuelta.
Es lo que ocurrió hoy con la encuesta CERC, cada vez que se evalúa esta encuesta, Marco Enríquez-Ominami aparece siempre como un candidato testimonial, cada vez que Carlos Huneeus explica su encuesta, dice que MEO no tiene futuro alguno y que eventualmente seguirá decayendo en los próximos meses, que su campaña jamás apunto a nada serio en términos de votación y sin embargo hoy, esta misma encuesta – si la CERC, la de Carlos Huneeus – dio un empate técnico, exactamente con la misma puntuación de 20 puntos para Eduardo Frei y Marco Enríquez-Ominami, incluso en el balotaje de una segunda vuelta, los porcentajes son mejores para el candidato independiente que para el oficialista.
Esa puede ser una forma clara de decir, si aquí aparentemente había un fenómeno, en términos electoral, que se minimizo, y de pronto lo ven ahí mismo, a la misma altura. Algo así tiene que haber notado el Gobierno y ha comenzado a traspasar gente de sus ministerios y subsecretarias, incluso gente muy cercana a la presidenta, hacia el comando del “tío Lalo”.
Pero todo eso funciona en 2 vías, funciona para apoyar a Frei, pero también funciona como una especie de dique, cuando por ejemplo es el Gobierno quien dice que no existe la deuda histórica, desde ese punto de vista las posibilidades de Frei, de poder prometer algo a los profesores están absolutamente limitadas, el candidato del oficialismo tiene un techo, no tiene capacidad alguna de enfrentar al Gobierno del cual le envían refuerzos, no puede decirles: existe una posibilidad y se debe pagar la deuda histórica.
El ministro Velasco abrió una puerta al hacer campaña con Frei, pero se la cerro de forma casi inmediata al exigirle que no hiciera campaña con promesas relacionadas con la deuda de los profesores, claro, el gobierno la desconoce. Entonces tenemos una situación ambivalente, funciona para recibir apoyo, pero es perjudicial si es que el Gobierno cierra puertas que eventualmente en campaña, su candidato quisiera – y necesita – abrir.
Es lo que ocurrió hoy con la encuesta CERC, cada vez que se evalúa esta encuesta, Marco Enríquez-Ominami aparece siempre como un candidato testimonial, cada vez que Carlos Huneeus explica su encuesta, dice que MEO no tiene futuro alguno y que eventualmente seguirá decayendo en los próximos meses, que su campaña jamás apunto a nada serio en términos de votación y sin embargo hoy, esta misma encuesta – si la CERC, la de Carlos Huneeus – dio un empate técnico, exactamente con la misma puntuación de 20 puntos para Eduardo Frei y Marco Enríquez-Ominami, incluso en el balotaje de una segunda vuelta, los porcentajes son mejores para el candidato independiente que para el oficialista.
Esa puede ser una forma clara de decir, si aquí aparentemente había un fenómeno, en términos electoral, que se minimizo, y de pronto lo ven ahí mismo, a la misma altura. Algo así tiene que haber notado el Gobierno y ha comenzado a traspasar gente de sus ministerios y subsecretarias, incluso gente muy cercana a la presidenta, hacia el comando del “tío Lalo”.
Pero todo eso funciona en 2 vías, funciona para apoyar a Frei, pero también funciona como una especie de dique, cuando por ejemplo es el Gobierno quien dice que no existe la deuda histórica, desde ese punto de vista las posibilidades de Frei, de poder prometer algo a los profesores están absolutamente limitadas, el candidato del oficialismo tiene un techo, no tiene capacidad alguna de enfrentar al Gobierno del cual le envían refuerzos, no puede decirles: existe una posibilidad y se debe pagar la deuda histórica.
El ministro Velasco abrió una puerta al hacer campaña con Frei, pero se la cerro de forma casi inmediata al exigirle que no hiciera campaña con promesas relacionadas con la deuda de los profesores, claro, el gobierno la desconoce. Entonces tenemos una situación ambivalente, funciona para recibir apoyo, pero es perjudicial si es que el Gobierno cierra puertas que eventualmente en campaña, su candidato quisiera – y necesita – abrir.