Según el último informa de la PNUB, Chile ocupa el segundo lugar dentro de América Latina – en rigor la Isla de Barbados es quien nos supera en esta parte del mundo – y ocupando el lugar 44 dentro de 182 países en todo el mundo en desarrollo humano.
Es bien discutible porque toda medición considera ciertos factores y no otros, claro, frente a la alegría brasileña o colombiana uno podría inferir que ellos son realmente felices y no nosotros, pero mas bien eso entra en otro tipo de discusión. Esto es calidad de vida, que hace mucho dejo de ser sinónimo de felicidad – si es que alguna vez lo fueron en realidad – Y hay otro indicador del FMI (Fondo Monetario Internacional) que tiene que ver con el ingreso de los chilenos, el cual señala que el ingreso promedio por habitante en esta larga y angosta faja de tierra, es de 14.299 dólares. Cual es el combinado que hay de esto, es que si analizamos como se distribuye esa “riqueza” entre la población el 1% - 16.000 – compatriotas son los propietarios de la copia feliz del edén. Dueños de empresas mineras, retail, bancos y financieras, son un grupo muy reducido y si esto no se desglosa, si esto se analizara solo a nivel de ingresos, este país seria Arabia en Sudamérica, o sea muy pocos con enormes ingresos y el resto con ingresos bastante menguados.
Donde se produce el equilibrio, fundamentalmente a través de las políticas públicas – hay que reconocer que este es un punto a favor del actual gobierno – es eso lo que le permite a los chilenos equilibrar el ingreso, no es por la política tributaria, la cual es tremendamente injusta. Es por lo que se gasta en salud, en educación, en bienes sociales, en bonos y otras cosas, eso es lo que permite el equilibrio.
En suma, el mercado en Chile es un gran distribuidor de desigualdad – pero absolutamente necesario – y el estado es quien reparte la equidad, sin políticas publicas, sin un estado fuerte, que planifique y redistribuya ingresos a través de las políticas de inversión social, este seria el país de la vergüenza. Además no tendríamos estabilidad política y social, como la que hoy gozamos, ni tampoco la calidad de vida que este informe a constatado en nuestro país, esa es la gracia de Chile, siendo un país desigual en la distribución de sus ingresos, el estado se encarga de equiparar las cosas.
Dicho todo esto, no piensen que estoy de acuerdo con Frei cuando dice “mas estado, menos mercado” y es que no se trata de eso. De acuerdo, mas estado, si, pero también mas mercado, el que debe ser mejor regulado, para que precisamente el estado no sea el encargado de cumplir un rol que no debe porque asumir. Ejemplos hay muchos en que el mercado – léase los privados – hacen el trabajo y es el estado quien goza de los beneficios – popularidad y aceptación – de este. Cuando nos demoramos en tener buenas carreteras en Chile, 50 años por lo bajo, entonces el estado tuvo que darse cuenta – se demoraron ah – que lo mejor era que los privados las construyeran por ellos, así de fácil, de sencillo y de barato, Chile no gasto ni un solo peso, pero ni uno solo y hoy es el gobierno quien se lleva los aplausos por la mega construcción que une casi todo el territorio nacional.
Vieron, para opinar hay que documentarse y mirar las cosas sin apasionamientos, es cierto, muy cierto que el estado cumple un rol fundamental en la equidad dentro de nuestra sociedad, pero no debemos olvidar que el mercado es fundamental para el desarrollo de cualquier país en vías de crecimiento como el nuestro. Por eso mas estado perfecto, pero debe ir acompañado de mas y mejor mercado, si no la cosa no anda, si no retrocedamos algunas décadas y recordemos que paso cuando Allende instauro la política de cero mercado ¿qué paso? el país quebró, le debíamos plata a medio mundo, ya nadie quería negociar con nosotros y así, suma y sigue. Por eso insisto, más estado, pero también más y mejor mercado.
Es bien discutible porque toda medición considera ciertos factores y no otros, claro, frente a la alegría brasileña o colombiana uno podría inferir que ellos son realmente felices y no nosotros, pero mas bien eso entra en otro tipo de discusión. Esto es calidad de vida, que hace mucho dejo de ser sinónimo de felicidad – si es que alguna vez lo fueron en realidad – Y hay otro indicador del FMI (Fondo Monetario Internacional) que tiene que ver con el ingreso de los chilenos, el cual señala que el ingreso promedio por habitante en esta larga y angosta faja de tierra, es de 14.299 dólares. Cual es el combinado que hay de esto, es que si analizamos como se distribuye esa “riqueza” entre la población el 1% - 16.000 – compatriotas son los propietarios de la copia feliz del edén. Dueños de empresas mineras, retail, bancos y financieras, son un grupo muy reducido y si esto no se desglosa, si esto se analizara solo a nivel de ingresos, este país seria Arabia en Sudamérica, o sea muy pocos con enormes ingresos y el resto con ingresos bastante menguados.
Donde se produce el equilibrio, fundamentalmente a través de las políticas públicas – hay que reconocer que este es un punto a favor del actual gobierno – es eso lo que le permite a los chilenos equilibrar el ingreso, no es por la política tributaria, la cual es tremendamente injusta. Es por lo que se gasta en salud, en educación, en bienes sociales, en bonos y otras cosas, eso es lo que permite el equilibrio.
En suma, el mercado en Chile es un gran distribuidor de desigualdad – pero absolutamente necesario – y el estado es quien reparte la equidad, sin políticas publicas, sin un estado fuerte, que planifique y redistribuya ingresos a través de las políticas de inversión social, este seria el país de la vergüenza. Además no tendríamos estabilidad política y social, como la que hoy gozamos, ni tampoco la calidad de vida que este informe a constatado en nuestro país, esa es la gracia de Chile, siendo un país desigual en la distribución de sus ingresos, el estado se encarga de equiparar las cosas.
Dicho todo esto, no piensen que estoy de acuerdo con Frei cuando dice “mas estado, menos mercado” y es que no se trata de eso. De acuerdo, mas estado, si, pero también mas mercado, el que debe ser mejor regulado, para que precisamente el estado no sea el encargado de cumplir un rol que no debe porque asumir. Ejemplos hay muchos en que el mercado – léase los privados – hacen el trabajo y es el estado quien goza de los beneficios – popularidad y aceptación – de este. Cuando nos demoramos en tener buenas carreteras en Chile, 50 años por lo bajo, entonces el estado tuvo que darse cuenta – se demoraron ah – que lo mejor era que los privados las construyeran por ellos, así de fácil, de sencillo y de barato, Chile no gasto ni un solo peso, pero ni uno solo y hoy es el gobierno quien se lleva los aplausos por la mega construcción que une casi todo el territorio nacional.
Vieron, para opinar hay que documentarse y mirar las cosas sin apasionamientos, es cierto, muy cierto que el estado cumple un rol fundamental en la equidad dentro de nuestra sociedad, pero no debemos olvidar que el mercado es fundamental para el desarrollo de cualquier país en vías de crecimiento como el nuestro. Por eso mas estado perfecto, pero debe ir acompañado de mas y mejor mercado, si no la cosa no anda, si no retrocedamos algunas décadas y recordemos que paso cuando Allende instauro la política de cero mercado ¿qué paso? el país quebró, le debíamos plata a medio mundo, ya nadie quería negociar con nosotros y así, suma y sigue. Por eso insisto, más estado, pero también más y mejor mercado.