Sin duda con Mónica Madariaga se va un tiempo, un estilo único, controvertida hasta el último de sus días. La prima y ex ministra de Augusto Pinochet fue siempre de esas personas indescifrables, zigzagueante.
Hacia, decía y se desdecía, golpeaba, daba muestras de afecto, con facilidad asombrosa lograba salir de las situaciones por los lados mas inesperados, su trayectoria esta ligada al gobierno militar donde fue ministra entre 1977 y 1983, periodo en donde no solo nació la constitución de 1980, además se promulgo la polémica ley de admitía, que por primera vez marginaba del escrutinio de la ley chilena, la violación a los derechos humanos.
Pero recordemos que hablamos de Mónica Madariaga Gutiérrez, años después – aun en dictadura – el año 1985 y ya fuera del gabinete, en una entrevista que concedió a revista Análisis – la cual era de marcada oposición en aquel entonces – dijo que los ministros de Pinochet vivían en una burbuja, lo que se leyó, de la única manera en que se podía leer, como un intento desesperado de zafar de las acusaciones de violaciones a los derechos humanos, pero de pasada aprovechar de enlodar a otros.
Así podría seguir escribiendo por un largo rato, hablando de esta mujer que esta mañana ha muerto de un cáncer, sin ir más lejos, su última “gracia”, su ultima bomba de racimo, mandando esquirlas – previamente calculadas – a Sebastián Piñera, porque claro esta, nunca fue de su simpatía, aunque jamás se podía saber cual era su predilección política. Fue candidata a senadora por Francisco Javier Errazuriz, fue ministra de Pinochet, ahora votaría por Marco Enríquez-Ominami y se decía bacheletista, o sea disparaba para todos lados.
Piñera aparentemente era uno de esos hombres, que no contaban con su simpatía, así como tampoco el hermano de este – José Piñera – también ministro en la época de Pinochet, entonces la acusación sobre la supuesta intervención que ella hizo, para sacar al candidato a la presidencia de la cárcel, no sorprendió tanto. Piñera estuvo 2 o 3 semanas dando explicaciones y metido en medio de una complicación, que su propia carta gan no esperaba. Mónica Madariaga, la ex ministra de su primo, la impredecible, ha muerto y sinceramente no se si, su destino sea el cielo.
Hacia, decía y se desdecía, golpeaba, daba muestras de afecto, con facilidad asombrosa lograba salir de las situaciones por los lados mas inesperados, su trayectoria esta ligada al gobierno militar donde fue ministra entre 1977 y 1983, periodo en donde no solo nació la constitución de 1980, además se promulgo la polémica ley de admitía, que por primera vez marginaba del escrutinio de la ley chilena, la violación a los derechos humanos.
Pero recordemos que hablamos de Mónica Madariaga Gutiérrez, años después – aun en dictadura – el año 1985 y ya fuera del gabinete, en una entrevista que concedió a revista Análisis – la cual era de marcada oposición en aquel entonces – dijo que los ministros de Pinochet vivían en una burbuja, lo que se leyó, de la única manera en que se podía leer, como un intento desesperado de zafar de las acusaciones de violaciones a los derechos humanos, pero de pasada aprovechar de enlodar a otros.
Así podría seguir escribiendo por un largo rato, hablando de esta mujer que esta mañana ha muerto de un cáncer, sin ir más lejos, su última “gracia”, su ultima bomba de racimo, mandando esquirlas – previamente calculadas – a Sebastián Piñera, porque claro esta, nunca fue de su simpatía, aunque jamás se podía saber cual era su predilección política. Fue candidata a senadora por Francisco Javier Errazuriz, fue ministra de Pinochet, ahora votaría por Marco Enríquez-Ominami y se decía bacheletista, o sea disparaba para todos lados.
Piñera aparentemente era uno de esos hombres, que no contaban con su simpatía, así como tampoco el hermano de este – José Piñera – también ministro en la época de Pinochet, entonces la acusación sobre la supuesta intervención que ella hizo, para sacar al candidato a la presidencia de la cárcel, no sorprendió tanto. Piñera estuvo 2 o 3 semanas dando explicaciones y metido en medio de una complicación, que su propia carta gan no esperaba. Mónica Madariaga, la ex ministra de su primo, la impredecible, ha muerto y sinceramente no se si, su destino sea el cielo.