La lectura es una habilidad que solo se fortalece con más lectura, se ejercita, es un hábito y ocurre que historia no se aprende jugando a las bolitas ni a la payaya, se aprende LEYENDO, o sea integramos 2 ramos – matamos 2 pájaros de un tiro – por ejemplo en Finlandia aplican matemáticas hasta en artes manuales, pero aquí no, nadie sabe bien porque extraña razón en Chile tendemos a tomar decisiones a contrapelo de las tendencias observadas en otros países con experiencias exitosas donde todos las materias escolares se complementan, por esa razón en dichos países no se necesita aumentar las horas de clases y esto es un hecho.
Historia por ejemplo, un ramo clave en la formación del ser humano fortalece y valora la memoria de sucesos en la humanidad en permanente evolución, una comunidad con valores y proyectos en común, un ramo que nos enseña a reflexionar sobre errores del pasado para no volver a repetirlos, somos individuos cierto pero nos guste o no pertenecemos a un colectivo. Esta decisión a provocado escozor en los historiadores y no porque puedan ver estancados sus intereses gremiales – claro que no – existe algo más de fondo como el interés tecnocrático o por globalizar al chileno medio, despojándolo de un saber que le ayuda a entender su lugar de origen y las cusas del estado actual de las cosas y el objetivo de todo esto quien sabe, quizás reforzarlo como futuro mercachifle.
Pero si es verdad, parece que en la actualidad glorificamos la capacidad de masificar la ignorancia al punto que tenemos personas que hacen alarde de ello, en esto hay que ser justos, esto de dinamitar las mentes humanas viene de antes, lo único que importa al parecer es cómo vamos en el ranking internacional, crear seres funcionales para el sistema productivo – algo así como un engranaje – y no personas libres, fraternas, inteligentes, reflexivas, comprometidas con la democracia y que aporten al conjunto, un Homero Simpson, típico ciudadano norteamericano individualista, que vive en un estado central como Alabama, que prende historia en la película “300” o viendo a Brad Pitt en “Troya”, un pelmazo al que le pueden vender baratito el cuento de las armas de destrucción masiva y que es víctima perpetuo de las letras chicas de los contratos.
Filosofía y el poder de la reflexión crítica, en el colegio la volvieron latera quizás intencionalmente, obligando a los cabros chicos a estudiar la biografía de Aristóteles, pero si aprendiéramos a pensar de manera crítica y práctica, uniendo elementos de juicio tal vez muchos ya se hubieran hecho la pregunta que apunta a la raíz del problema ¿por qué pajarito de dios, despistado gorrión, por qué tendría que mejorar la educación pública o municipalizada, si esa mejora pone en peligro la existencia de un sistema subvencionado que tiene mucho de negocio? Aquí nace la otra pregunta ¿por qué matar en negocio, si la escuela Z-18540 de alguna comuna periférica es buena, una muy buena escuela? Es de toda lógica que los de la escuela subvencionada Boston School College emigren a esa escuela pública si es que el sostenedor de la subvencionada se queda sin ingresos y estaría obligado a cerrar. Así mismo el estado que necesita cumplir con el acuerdo de Washington y mostrarle numeritos azules al Banco Mundial, estaría obligado a meter más mano a las arcas fiscales para mantener esa escuela pública – la Z-18540 – que recibe y recibe alumnos, cuya gratuidad descarta de plano la posibilidad de retorno porque no la mueve el lucro.
Si la filosofía se impartiera mejor quizás tendríamos gente más despierta y no haciéndose estas preguntas. Lo de la tecnología, eso ya es para llorar a gritos, estoy de acuerdo que se debe reforzar matemáticas pero no al costo de no impartir el otro ramo, la tecnología es práctica, aplicación, dígame usted que le decían sus padres antaño “aprender haciendo” creo que así era el dicho. Además la tecnología es la puerta de entrada en un mundo globalizado, lo contradictorio de todo esto es que estos ramos, tecnología, filosofía, historia, matemáticas, expanden las fronteras de ese mundo y le ayudaran en todo, educación cívica otro tanto pero fue absorbida por historia, hay quienes sospechan convertir al ciudadano en un mero consumidor, lo más grave es que estos ramos prácticamente fueron privatizados, así que si quiere que sus hijos los estudien como dios manda entonces tendrá que encontrar un establecimiento donde los impartan como corresponde y simplemente pagar por ese servicio.
Qué pasa con religión, bueno, siempre ha sido optativo, ahora si es para aprender de nuestra religión, de sus valores – que es lo que importa – para eso está la iglesia, distinto seria claro extender las fronteras y enseñar religiones – así en plural – con un énfasis mas globalizador para que nuestros cabros chicos aprender el hinduismo, el islam, el budismo y sepan manejarse mejor con esas culturas, piénsenlo, serian más respetuosos con las diferencias que también es donde estamos absolutamente al debe.
Historia por ejemplo, un ramo clave en la formación del ser humano fortalece y valora la memoria de sucesos en la humanidad en permanente evolución, una comunidad con valores y proyectos en común, un ramo que nos enseña a reflexionar sobre errores del pasado para no volver a repetirlos, somos individuos cierto pero nos guste o no pertenecemos a un colectivo. Esta decisión a provocado escozor en los historiadores y no porque puedan ver estancados sus intereses gremiales – claro que no – existe algo más de fondo como el interés tecnocrático o por globalizar al chileno medio, despojándolo de un saber que le ayuda a entender su lugar de origen y las cusas del estado actual de las cosas y el objetivo de todo esto quien sabe, quizás reforzarlo como futuro mercachifle.
Pero si es verdad, parece que en la actualidad glorificamos la capacidad de masificar la ignorancia al punto que tenemos personas que hacen alarde de ello, en esto hay que ser justos, esto de dinamitar las mentes humanas viene de antes, lo único que importa al parecer es cómo vamos en el ranking internacional, crear seres funcionales para el sistema productivo – algo así como un engranaje – y no personas libres, fraternas, inteligentes, reflexivas, comprometidas con la democracia y que aporten al conjunto, un Homero Simpson, típico ciudadano norteamericano individualista, que vive en un estado central como Alabama, que prende historia en la película “300” o viendo a Brad Pitt en “Troya”, un pelmazo al que le pueden vender baratito el cuento de las armas de destrucción masiva y que es víctima perpetuo de las letras chicas de los contratos.
Filosofía y el poder de la reflexión crítica, en el colegio la volvieron latera quizás intencionalmente, obligando a los cabros chicos a estudiar la biografía de Aristóteles, pero si aprendiéramos a pensar de manera crítica y práctica, uniendo elementos de juicio tal vez muchos ya se hubieran hecho la pregunta que apunta a la raíz del problema ¿por qué pajarito de dios, despistado gorrión, por qué tendría que mejorar la educación pública o municipalizada, si esa mejora pone en peligro la existencia de un sistema subvencionado que tiene mucho de negocio? Aquí nace la otra pregunta ¿por qué matar en negocio, si la escuela Z-18540 de alguna comuna periférica es buena, una muy buena escuela? Es de toda lógica que los de la escuela subvencionada Boston School College emigren a esa escuela pública si es que el sostenedor de la subvencionada se queda sin ingresos y estaría obligado a cerrar. Así mismo el estado que necesita cumplir con el acuerdo de Washington y mostrarle numeritos azules al Banco Mundial, estaría obligado a meter más mano a las arcas fiscales para mantener esa escuela pública – la Z-18540 – que recibe y recibe alumnos, cuya gratuidad descarta de plano la posibilidad de retorno porque no la mueve el lucro.
Si la filosofía se impartiera mejor quizás tendríamos gente más despierta y no haciéndose estas preguntas. Lo de la tecnología, eso ya es para llorar a gritos, estoy de acuerdo que se debe reforzar matemáticas pero no al costo de no impartir el otro ramo, la tecnología es práctica, aplicación, dígame usted que le decían sus padres antaño “aprender haciendo” creo que así era el dicho. Además la tecnología es la puerta de entrada en un mundo globalizado, lo contradictorio de todo esto es que estos ramos, tecnología, filosofía, historia, matemáticas, expanden las fronteras de ese mundo y le ayudaran en todo, educación cívica otro tanto pero fue absorbida por historia, hay quienes sospechan convertir al ciudadano en un mero consumidor, lo más grave es que estos ramos prácticamente fueron privatizados, así que si quiere que sus hijos los estudien como dios manda entonces tendrá que encontrar un establecimiento donde los impartan como corresponde y simplemente pagar por ese servicio.
Qué pasa con religión, bueno, siempre ha sido optativo, ahora si es para aprender de nuestra religión, de sus valores – que es lo que importa – para eso está la iglesia, distinto seria claro extender las fronteras y enseñar religiones – así en plural – con un énfasis mas globalizador para que nuestros cabros chicos aprender el hinduismo, el islam, el budismo y sepan manejarse mejor con esas culturas, piénsenlo, serian más respetuosos con las diferencias que también es donde estamos absolutamente al debe.