domingo, 24 de abril de 2011

Yo prefiero las bicicletas.

Es el último grito de la moda, un verdadero bum, motos para niños. Pero vamos por parte, está claro que los cabros chicos ahora están más precoces y agrandados, que la niñez discurre con suma rapidez, que muchos enanos aun de escolares ya visitan los toples, todo esto es “como mucho lucho”. Estamos hablando de motos, motos en miniatura pero motos al fin y al cabo con todas las de la ley, con motor a combustión y hasta con cambios pero para niños de entre 5 y 11 años.

Seria todo, en verdad este tipo de motos la rompen, tienen un valor no demasiado elevado – por sobre los $140.00 – en su mayoría son chinas y funcionan a través de una mixtura de gasolina y aceite. Regalo predilecto de los pelmazos que trabajan tiempo completo, esos que no ven ni en las cómicas a sus pergenios, que quieren sorprender y quedar como “héroe” ante su progeneque, así como funcionan las cosas este regalón terminara convertido en la misma alimaña inconsciente e irresponsable que es su progenitor, o sea un pelmazo al cubo, pero bueno este se ajusta al paradigma conductual que exige un mundo de emprendedores donde todos pelean con todos por un producto, por unas lucas mas o unas lucas menos. Esto es por lejos una barbaridad – lo de las motos – no solo atenta contra la seguridad si no que también genera un incultura total en la infancia, lo peor es que su venta libre contraviene la ley, una ley que no hace excepciones para vehículos motorizados cualquiera sea su cilindrada.

Fijo que estos cabros chicos terminaran siendo guerreros del camino, duros de matar, el chico rudo, el coyote, el matador, de tal palo tal astilla en todo caso, el hijo del indio Juan no termino siendo precisamente un astrofísico que estudiaba la materia oscura y esos menjunjes, pero sumemos otro elemento a eso, ya en Chile tenemos un gravísimo problema con la obesidad infantil que es ya una epidemia, muchos de nuestros niños están pintados para ser modelos de Botero, niños que a los 12 años ya no se pueden ver el pitutito que les permite hacer pis, que a los 30 se tenga ponchera se entiende, pero convertirse en un amasijo de charchas a los 12 – no lo creo – nuestra alimentación es mala y de por si carecemos de una cultura deportiva así que esto de las motitos va en la dirección contraria, los cabros chicos parecen jamones serranos por culpa de sus papas y eso si que es lamentable.

Así no mas, de seguro los padres que regalan motos a sus hijos creen que está bien, que es un excelente regalo, pero piensen en largo plazo, cuando ese niño crezca y chapotee en colesterol a los 20. Hay personas que no se dan cuenta lo que sufren los gorditos cuando grandes, cuando esta mas viejote, cuando se atormente porque se sienta marginado, porque las lolitas no lo pesquen ni en bajada y pierda en todo, pierda siempre. Porque – y no nos hagamos los cuchos – la sociedad castiga a las personas excedidas de peso, mas si es por desidia y negligencia.