martes, 31 de mayo de 2011

Allende ¿suicido o asesinato?

Nunca se ha determinado con exactitud cómo murió el ex presidente de Chile Salvador Allende Gossens, después de 38 años la historia podría comenzar a cambiar. Con la aparición del expediente judicial de la investigación hecha en 1973 documento que hasta ahora estuvo perdido, el cual contiene información exclusiva y aun no analizada, todo eso – repito – hasta ahora, pues dicho informe fue revisado por uno de los más reconocidos médicos forenses a nivel mundial, el médico y eminencia Hugo Rodríguez.

Las conclusiones del uruguayo son tajantes, se encontraron 2 patrones de lesión diferente, uno es el que deja el impacto de una bala explosiva – AK-147 – y dos, el que deja una bala de menor velocidad, es decir, si la descripción de la autopsia practicada en 1973 al cadáver de Allende es correcta habría 2 tipos de disparos en su cráneo, uno que en simples palabras hizo estallar su cabeza y otro de menos energía que deja un orificio circular, si es así, en la muerte del ex presidente habrían participado terceras personas.

¿Verdad histórica? Es algo que hoy en día el juez Mario Carroza intenta dilucidar con total certeza jurídica y científica, la investigación se divide en 3 pasos, el primero es la nueva exhumación del cadáver de Allende, el segundo, la calidad – dudas – de las pesquisas en el momento del suceso y el cuestionable accionar y el tercero, poner en evidencia las controversias que los testigos presenciales mantienen hasta hoy. Es que ya el mismo 11 de septiembre de 1973 las versiones sobre las circunstancias de la muerte de Allende eran diversas, a pocas horas de su deceso los militares informaron que el ex mandatario se había suicidado.

A las dudas respecto a las circunstancias en que muere Allende se sumarian las inquietudes de quien además de ser su médico, fue su amigo y confidente – compañero de ajedrez – Danilo Bartulin, quien lo asistió durante los 3 años de gobierno hasta aquel 11 de septiembre, minutos antes del fatídico momento sostuvieron su última conversación, en la cual Allende le pidió que “le pegara un tiro” si el – el propio Allende – resultaba herido.

La percepción de falta de transparencia sobre la muerte de Allende se presenta al saber que por décadas el expediente de la investigación llevado a cabo por la fiscalía militar estuvo “perdido”. La investigación en papel es encontrada entre escombros de una demolición en la comuna de Vitacura, el expediente es hallado junto a los documentos personales de José Horacio Ried Hundurraga, quien fue coronel de justicia del ejército, relator de la corte marcial y alguna vez dueño de la casa demolida en la comuna del sector Oriente. El legajo contiene declaraciones inéditas, escritos que en la época fueron caratulados como secretos, descripciones del sitio del suceso y la autopsia, que deja en evidencia múltiples contradicciones.