jueves, 2 de junio de 2011

Clase media, mala clase

"Por esos hombres y mujeres que no solamente sueñan, si no que luchan todos los días, detrás de cada una de esas chilenas y chilenos hay un sueño, luchar porque sus familias y sus hijos tengan una vida más plena como sin duda se lo merecen". Estas palabras fueron pronunciadas por el presidente Sebastián Piñera, su presidente - mi presidente - asuman, fue elegido democráticamente por la mitad + 1 de los inscritos, fundamentalmente por esos que ahora llaman "clase media aspiracional", que demás esta decir prácticamente no existía hace 20 años atrás y que germino durante los gobiernos de la Concertación.


Según algunos sociólogos la clase media en Chile prácticamente no existe, no es mas que una construcción estadística - nada más - y no existe porque nada tiene, porque vive de prestado, un departamento entre 1000 y 2500 UF, un auto coreano, un equipo musical con arto botón y el infaltable futon en el que duerme el familiar que viene de provincia, todo eso. Todavía pertenecen al banco o alguna casa comercial que le cede todo a crédito y esas cosas serán suyas - de su pertenencia - cuando termine de pagar la ultima cuota, eso por ahí en el año 2030 y si es que, en realidad y ha diferencia de lo que ocurre en países donde la clase media es solida, el sector aspiracional de Chile no es mas que una mala caricatura que conjuga el arribismo y el exitismo que muy a pesar de los pesares lleva una sonrisa falsa - triste y falsa - porque si bien siente el reconocimiento de ser un activo sujeto de crédito y consumo, esconde también un cuadro depresivo ocasionado por una altísima carga laboral, una incertidumbre respecto del futuro, un ingreso ahí no mas y un alto endeudamiento - de esas deudas bien pánfilas, viajes al extranjero y ese tipo de cosas - En todo barrio aspiracional si uno hurguetea entre los comprobantes que expide el cajero automático - esos que quedan ahí arrugados en la papelera - con suerte encontraremos un saldo que supere las 250 luquitas, es que no tienen poder de ahorro, pero importante, se considera por sobre todo "emprendedor".


¿Como vive un aspiracional de clase media? empecemos, en sus labios lleva siempre la palabra "surgir", la repite como un mantra - sabrán lo que es un mantra - tiene lavadora, se arreglo los dientes, se sintió importante cuando obtuvo su primera tarjeta de crédito la que en el fondo es una herramienta para encubrir su pobre poder adquisitivo, gusta de carretear en locales faranduleros y aspira algún día - por que no - a comprarse un 4x4, se olvido de la bicicleta - claro, si después de años y años acaba de bajarse de ella - nunca sabe nada de nada porque no lee, para cosas de real importancia simplemente no tienen tiempo. Sueñan con que su primer retoño nazca en la clínica alemana pero con suerte le alcanza para atenderse en esas clínicas ubicadas al costado de algún shopping y ese mismo querubín con el paso del tiempo estudiara en un colegio con nombre gringo pero en el cual ni los profesores hablan ingles.


Su casa de 90 o 100 metros cuadrados - construidos - con quitchener y club house para la barbiquiu, su casa esta inserta en una villa que lleva nombre bastante sugestivos, sus calles están llenas de palmeras, generalmente situadas en la periferia conectadas por el troncal que atraviesa las poblaciones de las cuales escapo trabajando como burro mientras sus primos y vecinos flojeaban día y noche mientras esperaban la ayuda del papá estado. Se esforzó - eso es cierto - sacrifico horas de sueño para agarrar el miserable porcentaje de cada curso que imparte, manejo su taxi sin descanso, atendió de corrido su almacén, se endeuda para pegarse un viaje a Miami porque le fascina la tierra del Tío Sam, no es Nueva Zelanda o Australia un buen destino para ellos, encarnan como nadie el AMERICAN WAYS OF LIFE, es como una especia de sueño escurridizo, una forma que entro de lleno en este Chile moderno.


Hace rato que se instalo este modelo de vivir y el problema es que la Concertación nunca se dio cuenta, centro todos sus esfuerzos en los sectores mas vulnerables de la población a los que paradojicamente - porque vienen de ahí - el aspiracional siempre ve con desconfianza y a veces con bronca porque nota que el pobre recibe y recibe asistencias o bonos, mientras el trabaja como chino, se las arregla solito y tristemente se enferma de los nervios.