Las grandes represas siempre son polémicas y controvertidas, son grandes negocios, negocios que mueven una gran cantidad de personas durante su construcción por lo tanto las municipalidades son estimuladas desde el punto de dar un alza laboral en la zona escogida. Eventualmente cuando se hacen las represas – cuando se termina su construcción – estas operan con una fracción mínima de gente y el gran grueso de quienes participaron en el proyecto tienen que buscar trabajo en otro sitio.
Una de las cosas que han ocurrido en Chile – desde hace ya muchos años – es que siempre las represas se han defendido sobre la base de un modelo que a usa el razonamiento de más demanda, más generación de energía eléctrica. Este no es problema de algún gobierno en particular, no se trata de ideologías, es simplemente una mentalidad que de alguna forma ha coartado al país desde hace ya más de 50 años.
En el caso de las anteriores grandes represas construidas también fueron polémicas, basta recordar cuando el ex presidente Eduardo Frei inauguro PANGUE, en su discurso saludo a todas las represas ya existentes y las que vendrían – porque aportas estaba la construcción de RALCO – en ese entonces gran parte de la oposición fue hecha por las familias pehuenches que habitaban alrededor del alto Bio-Bio, hoy no fue así y eso es un gran cambio. Hoy no solamente a dado su opinión – se han manifestado – las personas que viven en Coyhaique, en Aysén o en los alrededores, hoy hay personas que en nada verán afectada su cotidianidad y sin embargo se han manifestado y probablemente lo seguirán haciendo, esa es una de las grandes diferencias con las represas que se construyeron hasta el año 2000, lo que sigue continuando igual es que las represas – a pesar de todos los argumentos encontrados – se aprueban.
Lo que hoy paso, cuando Hinzpeter – ministro del interior – una persona nominada por el presidente de la republica, alguien no elegido por la ciudadanía, alguien que no es representante del país, alguien que es representante del primer mandatario, en una entrevista otorgada a la radio Duna dice que le parece conveniente para Chile que el proyecto se apruebe. Justamente el – Hinzpeter – tiene injerencia directa sobre todas las personas, injerencia sobre la intendenta y muchas de las autoridades que votaron el proyecto hoy por la tarde, no fue algo demasiado estético por así llamarlo. Pero no ha sido distinto cuando antes se aprobaron otras represas, lo que quiero dejar en claro, lo que me parece interesante es que lo que está en discusión es si resulta cierta o no la premisa básica que se establece para generar represas como las del rio Baker y el rio Pascua en Aysén, esa premisa dice que nosotros – país – tenemos que duplicar la generación de energía eléctrica durante los próximos 10 años y lo que dicen las personas con fundamentos, con estudios – equivalentes a quienes plantean muchas cosas para favorecer las construcciones de centrales hidroeléctricas – lo que ellos dicen es que aquella premisa es absolutamente falsa. Cómo podemos nosotros saber si es que el debate se centra donde debe hacerse, ¿es falso o no es falso que se debe duplicar la energía porqué Chile crece a una velocidad paralela a la demanda eléctrica?
Revisando algunos datos hay cosas que me parecen extraordinariamente interesantes que no se conocen en profundidad, cuando se dice que nuestro país crece al 7% en electricidad y que se quiere crecer al 6% en el PIB en los 4 años del presidente Piñera, parece que fueran iguales, sin embargo ese 7% de demanda eléctrica en un 22% son minerías del norte y el resto son el resto del territorio nacional. Entonces no se da de forma igual o equivalente las demandas de las personas a las demandas de las grandes empresas para las cuales se están haciendo – construyendo – en gran medida estas empresas y eso no se discute así, en otros países se ha separado total y absolutamente el crecimiento económico del país de lo que son sus demandas energéticas, la demanda energética crece menos que el crecimiento país y eso es bueno, es bueno porque significa que se puede sustentar ese crecimiento sin necesidad de estar todo el tiempo haciendo represas, plantas de energías nuclear, termoeléctricas u otro tipo de energía.
No hay discusión, no existe, porque se ha concentrado el asunto en el miedo de que de no haber represas lise y llanamente se nos apaga la luz, eso no es cierto de acuerdo a las cifras. Cuando algo no se discute en prioridad y en profundidad, los estados emocionales y los estados de incentivos económicos son mucho más potentes, muchos más fuertes. No sé si este será exactamente el caso pero si puedo decir – con pequeña convicción al menos – no siendo experto en la materia, que los temas expuestos respecto a la construcción de la represa y la demanda eléctrica del país han sido total y absolutamente distorsionados, bajo ese punto de vista esta represa que hoy se aprobó – HIDROAYSÉN – no cuenta con la discusión, con el debate, con la profundidad, con los datos realmente correctos que se debieran tener a la hora de elaborar un proyecto de esta envergadura.