Lo que es malo para uno generalmente es bueno para alguna contra parte, en este caso no, en el caso de las movilizaciones ciudadanas no es solo el gobierno quien pierde capital político, también pierde – y mucho más – la Concertación. Protestar por algo – per se – es rechazar ese algo, rechazo al modelo libre mercadista, sin duda esto representa esa tentación de izquierdizarse – cada vez más – de la Concertación.
Camilo Escalona declaro hace algunos días – senador socialista – que “sería un error para la izquierda intentar apoderarse del movimiento ciudadano”, lo que Escalona hizo, fue sencillamente reconocer que la izquierda concertacionista ya no representa esos movimientos sociales y peor aún, que ya el PPD y el PS ya no representan a esos movimientos y no sé muy bien qué función cumplen hoy en día. Desde el primer día que la centro derecha llego al poder ha ido moderando sus posturas, muchos dicen que este es simplemente el quinto gobierno de la Concertación, pero que tal si decimos que esos gobiernos concertacionistas son continuadores de un modelo neoliberal, desde un principio se quiso humanizar y ponerle ahínco a ese complemento social, pero la palabra LUCRO siempre ha existido – siempre – desde subsidios focalizados, privatizaciones y concesiones impulsadas en los gobiernos de la Concertación.
Las marchas reclaman contra este gobierno, pero también contra las anteriores administraciones, que el gobierno actual sea de derecha permite que grupos que estuvieron dormidos – apagados – durante los gobiernos de la Concertación, ahora ataquen a mansalva y critiquen cual chiquillo llorón que perdió la teta del poder, que se piense que los problemas del actual gobierno, conflictos de intereses – ciertos o no -, eso no significa bajo ningún punto de vista que esas 100 mil personas que han marchado, pidan que la Concertación regrese al poder. Ahora es el Partido Comunista quien cree tener la sartén por el mango, los petitorios que podemos ver en cada movilización tienen mucho de sus ideales – malos ideales – que los que la Concertación defendió y construyo durante 20 años, precisamente esos petitorios son los que han llevado a esta Concertación perdida a izquierdizarse, paso con Hidroaysén. 7% de los jubilados, post natal y ahora la reforma por la educación.
La Concertación ha tomado la mala decisión de izquierdizarse a raja tabla, claro, es más fácil ser irresponsable cuando se está en oposición, muchos de quienes pertenecen a este sector político por fin sienten esa libertad – coartada durante 20 años – de regresar a sus ideales políticos después de la última derrota en las elecciones del 2010, esa Concertación muy izquierdista hoy pelea – combo a combo – con el Partido Comunista las posturas más radicales, después de todo esta es la única manera, la única forma de hacer frente al gobierno de Sebastián Piñera.
Años atrás – hace muy poco – era la propia Concertación quien llamaba al dialogo, hoy por hoy, esos llamados no existen, muchos se quedan con el costo – a corto plazo – que las movilizaciones le provocan al gobierno, muchos sabemos que si la izquierda se radicaliza, bueno, las opciones de un nuevo triunfo de la coalición por el cambio en las elecciones de 2013 aumentan de sobre manera, esas elecciones no serán ganadas por quien saque más personas a la calle, si no por quien sepa tomar esas demandas de manera moderada y darles su contexto real, claro, en las calles siempre ganan posturas radicales, pero siempre – siempre – en las urnas ganan quienes optan por mantener un estilo de dialogo y quienes buscan solucionar problemas sin ser extremistas, por esto el gobierno – de seguir las cosas así – puede respirar aliviado, la enorme mayoría de la población chilena no quiere otro Allende gobernando.
Las protestas, muchas de estas logran debilitar gobiernos y provocan cambios sociales, pero en este caso, las movilizaciones vividas en el último tiempo, que son provocadas por un malestar no han sido capaces de otorgar alternativas viables. Los políticos deben construir alternativas, se pierde el camino cuando estos comienzan a competir por quien tiene voz y voto en las protestas, piénsenlo bien, las protestas son en contra del modelo implantado por la Concertación y es esta quien tiene la tentación de caer una y otra vez en la idea de dejar el modelo de libre mercado, peor aún, como es el gobierno quien ahora se apodero de ese modelo, la Concertación se quedo sin domicilio ideológico, se quedo sin ideas, es simple. la Concertación se quedo sin nada.