Alcaldes que sufren a diario los garabatos de sus vecinos, esos vecinos que llevan horas y horas esperando ser atendidos en el consultorio de su comuna, seguramente los 346 – salvo un par de excepciones – ediles a lo largo de Chile se llevan las chuchadas y pachotadas por la culpa de otros.
El problema está en las expectativas, es que me es imposible no recordar, que el eslogan del actual gobierno – por el cual vote – es “la nueva forma de gobernar” y si bien algunos de los errores que comete la actual administración de deben a su poco carrete, a que recién se estrenan en lo político, no es posible que personas – muchas de estas – que han sido gerentes en grandes empresas, tengan serios problemas en la gestión, se supone que aquí ellos dominan la situación, que aquí es donde se sienten a sus anchas.
Cuando vemos consultorios sin medicamentos, cuando vemos que estos medicamentos pasan de mano una y otra vez para finalmente llegar a algún destino, cuando hay instituciones como el CENABAST, que esta con un directorio interino y que aun no se arma como corresponde, yo me pregunto ¿para qué? para que se hablo tanto de la nueva forma de gobernar, para que se dijo que era cosa de levantarse más temprano, cuando se sabía que no era eso, aunque claro que habían flojos en la administración pasada, como también los hay ahora y los habrá en el gobierno que venga.
Sabe algo, cuando el ambiente político se echa a perder, cuando la cosa anda densa – como ahora – cuando todos usan el “por la boca muere el pez” y claro, como el CENABAST no funciona como debiera, la oposición carga la mano y se ensaña con el tema – como con tantos otros – para sacar un provecho político de poca monta. Entonces, se debe poner atención en cómo se hacen y se estructuran los discursos en tiempos de campaña, cuando se desprecian unos con otros, eso al final, sin duda alguna echa a perder el sistema completo, de un lado se tilda de flojo, del otro se dice que solo interesa el lucro, por provenir de la gestión privada, que discusión con alturas de miras ¿no le parece así?
Ese constante “te apunto con el dedo” es lo que tiene a la política chilena como esta, siempre buscándose el talón de aquiles, siempre resaltando los problemas del otro, parece increíble que ningún sector político se dé cuenta – se detenga a analizar – que hace rato que son los ciudadanos quienes pasan colados y los que pagan siempre el pato. Aquí una vez más “paga moya”, mientras la clase política está ocupada en la discusión chica, esa que busca desacreditar al adversario, no importando que argumentos se utilicen y cuanto tiempo se pierda en ello.