Lo que ha ocurrido, respecto de la intención de algunos dirigentes estudiantiles, de solicitar la mediación de la iglesia en este conflicto es súper importante evaluarlo y analizarlo desapasionadamente. ¿Cuando un país necesita saltarse los procesos que tienen que ver con la democracia representativa y buscar caminos alternativos? bueno, esto ocurre en muchas circunstancias.
La primera, es cuando deja de existir la democracia participativa y deja de tener sentido, cuando ingresa una dictadura, cuando no hay congreso, lo que se ha necesitado – así lo demuestra la historia – son puentes, mediadores, pero que sucede cuando existe un sistema de partidos políticos, cuando existe el congreso, cuando las cosas se hacen apegadas a la institucionalidad. En que momento el gobernante puede tomar la decisión de decidir que en algún caso particular, por ejemplo la educación que es política publica, que involucra a un país entero, en que circunstancias Piñera puede decir que todo el sistema de representación política no es capaz, por lo tanto, como no se encuentran puntos de conexión – directamente – con los estudiantes, se debe buscar un sistema extra que sea representativo.
Es una situación extraordinariamente delicada, la que – eventualmente – Piñera debe tomar, porque es de alguna forma aceptar que los mecanismos existentes, que con lo que hemos resuelto cientos de conflictos y generado legislaciones, lise y llanamente no funcionan, no sirven. Se están saltando todos los sistemas representativos formales, se esta buscando que llegue un mediador y que ojala, ese mediador sea un poquito más cercano a la oposición que al gobierno, esto se convertirá en un espiral sin fin de protestas, porque se ha descubierto que eso da paso a una relación de muchos menos actores, actores que deben dar respuestas y que hoy quedan fuera del sistema representativo.
Se debe mirar con cuidado, el que se establezcan condiciones cuando no existían partidos , cuando no existía congreso, como si es que hoy – cuando existe todo eso – estuviéramos en las mismas condiciones y que por lo tanto son necesario los mediadores. Que no se pueda conversar, que el congreso, los partidos políticos, la oposición, no puedan dar soluciones – en términos efectivos – a este problema, es precisamente un problema de todos ellos, no es un problema del resto del país.
Si el sistema no sirve, cambiemos el sistema, pero no le pongamos un parche “curita” y aquí la cosa es literal. Si es que no existe ese sistema que creímos que estaba durante muchísimos años, en que las instituciones están a la altura de enfrentar los desafíos, en que hay negaciones, interpelaciones de los distintos actores, la capacidad de generar puentes entre posiciones intransigentes, si no tenemos eso y hay que recurrir a mediadores por cada cosa que termina en protestas – tengan o no tengan un buen fin – entonces ¿por qué no cambiamos ese sistema?.
Aquí hay una responsabilidad de la clase política y una responsabilidad de los votantes – me incluyo – que elegimos a las autoridades, las que parecen no estar dispuestas a nada y eso no puede ser para una política publica que es trascendental en el país, no puede ser tan sencillamente saltada por el hecho de que en este momento no hay capacidad de entendimiento y desde ese punto de vista, se debe traer a alguien que haga las veces de puente. Si es que esa es la solución, si es que esa es la medida, debemos cuestionarnos muy seriamente sobre la crisis de legitimidad política y que lo que existe esta absolutamente deslegitimado.