Conozco un montón de personas que pasan toda su vida sin ningún sentido, sin saber cuales pueden ser sus talentos o sin tener algo porque luchar. Hablo con otro montón de personas que aseguran no ser buenos en nada y es por aquella razón que últimamente, tiendo a dividir el mundo en 2 grandes grupos.
Hay personas que no disfrutan lo que hacen, ni lo que son, personas que simplemente pasan su vida, acostumbrándose, no sienten placer de hacer, sufren en lugar de disfrutar, también existen las personas que aman lo que hacen y no se imaginan haciendo otra cosa, este tipo de humanos, lamentablemente son minoría. Hay muchas explicaciones para esto, entre ellas – la principal – es la educación, porque de alguna forma es esta quien aleja a muchas personas de sus talentos naturales. Los recursos humanos a menudo están enterrados, hay que salir a buscarlos, no están en la superficie de cualquier parte, se deben crear las circunstancias para que surjan por si mismos y se pueden imaginar que la educación seria el medio para que esto suceda, pero – sorpresa – muy a menudo no lo es.
Cada sistema educativo en el mundo sufre reformas por estos días, pero esto no es – ni será – suficiente porque dichas reformas no tienen sentido, simplemente apuntan a mejorar un sistema ya obsoleto. Lo que se necesita no es una evolución, sino una revolución de la educación, tiene que ser transformada en algo más.
Uno de los principales desafíos es innovar – fundamentalmente – en la educación, esto es algo difícil porque significa hacer que las personas batallen, significa cambiar lo que tomamos por hecho, cosas que siempre hemos creído obvias. El gran problema para esta reforma – transformación – es la tiranía del sentido común, las cosas que las personas piensan, por ejemplo el propio Abrahan Lincoln – presidente de USA – dijo en 1862 “Los dogmas del pasado silencioso son inadecuados para el presente impetuoso, la ocasión es una montaña de dificultades y debemos crecer con la circunstancia”, lo que Lincoln intentaba decir es que no debemos ponernos a la altura de nuestros problemas, sino más bien crecer con ellos.
Desencantos ¿saben que significa esta palabra? significa que todos nosotros estamos encantados con lo que simplemente damos por sentado como el orden natural de las cosas y muchas de nuestras ideas han sido formadas, no para enfrentar las circunstancias de este siglo, sino las circunstancias de siglos pasados y nuestras mentes siguen rigiéndose por ellas. Una de esas es la linealidad, se inicia algo aquí y a través de un trayecto terminas, pero la vida no es lineal, la vida es orgánica, creamos nuestras vidas en simbiosis mientras exploramos nuestros talentos, en relación a lo que contribuye para con nosotros. Pero el humano se ha obsesionado con lo lineal y el pináculo en educación es entrar a la universidad, el mundo esta obsesionado con hacer que la gente entre a la universidad, ciertos tipos de universidad y no quiero decir que no se deba ir a la universidad, pero no todos necesitan ir y no todos tienen que ir para lograr sus sueños.
Las comunidades humanas dependen de una diversidad de talentos, no de una concepción única de capacidad y lo central del nuevo desafió educacional es reconstruir el sentido de la inteligencia, la linealidad es un problema, alguna vez escuche que “la universidad comienza desde el jardín infantil” y eso no es cierto, el jardín infantil empieza en el jardín infantil, porque un niño de 3 años no es la mitad de uno de 6. Niños de 3 años enfrentan pruebas para entrar al jardín hoy en día, niños sentados frente a un personaje incólume, mirando y observando lo poco que ese niño tiene para decir, parece – desde un tiempo a esta parte – que 36 meses de vida es mucho tiempo.
El otro gran problema es la conformidad, hemos construidos nuestros sistemas de educación bajo el modelo de “comida rápida”, esto empobrece el espíritu y disminuye nuestras energías, tanto como este tipo de alimentos empobrece el cuerpo.
Se deben reconocer un par de cosas, el talento humano es tremendamente diverso, las personas tienen aptitudes muy diferentes, pero no solo es eso, también se trata de la pasión, a menudo, las personas no son buenas en cosas que realmente no les importan, pero cuando hay pasión, cuando algo entusiasma nuestro espíritu y nuestra energía, si haces lo que amas, si te desempeñas en aquello que eres bueno, el tiempo tomara un curso totalmente diferente, cuando hacemos algo que nos gusta una hora se siente como 5 minutos, mientras que si haces algo que no se identifica con tu espíritu, sentirás que 5 minutos son una hora.
Cambiemos algunas metáforas, se debe pasar de un modelo de educación, esencialmente industrial de manufactura, basado en lo lineal, en la conformidad y agrupación de las personas, tenemos que pasar a un modelo que se base más en los principios de la agricultura, debemos reconocer que el florecimiento humano no es un proceso mecánico, es un proceso orgánico, no se puede predecir el resultado del desarrollo humano; todo lo que podemos hacer, como agricultores, es crear nuevas condiciones en que nuestros talentos comiencen a florecer. Así que cuándo miramos las reformas en educación y su transformación, son clonaciones de diferentes sistemas, hay algunos muy buenos como el KIPPS, un gran sistema, el que personaliza la educación a quienes asisten a clases, creo que siguiendo ese modelo encontraremos la respuesta para el futuro, porque no se trata de expandir una nueva “mágica” solución, se trata de crear un movimiento en la educación en que los estudiantes desarrollen sus propias soluciones, con apoyo externo, pero basado en su personalidad. Negocios, economía, multimedia, internet, esto combinado con el extraordinario talento de algunas personas, ofrecen una oportunidad única de revolucionar la educación.
Es vital involucrarse en este tema, no solo para nosotros mismos, sino para el futuro de nuestros hijos, pero tenemos que cambiar el modelo, de manera que cada colegio, cada universidad, el día de mañana sea más floreciente, es aquí donde los niños experimentaran la vida.