En que pensamos sobre energía – podemos intuirlo – esos proyectos que le hacen un flaco favor a nuestro tesoro ambiental y a nuestro futuro, que pasa aquí en Chile que en está y otras materias vemos cosas que nadie más ve, reconforta saber que no todo esta perdido, si no veamos ese colosal proyecto de energía que se ejecuta en la región de Tarapacá – una granja solar gigantesca entre Pica y Pozo al Monte que generara 250 megawatt – claro con una inversión de 770 millones de dólares ¿quiénes están detrás de esta idea? empresarios sin grandes renombres pero con visión, arrojo y deseos de innovar, bajo el nombre de Atacama Solar.
El mercado verde esta crudito en nuestro país – esta todo por hacer – en esta materia la generación de energía la lleva, existe una escuela rural en la séptima región que aprovecha el gas que emana del estiércol – si, la caca de los animales – para generar electricidad. Claro, nada es tan bueno, hay una traba, el ámbito financiero local es un poco, digamos conservador, pero muchos le echan para adelante no más, es que un emprendedor de verdad no es un inversionista que opera sobre seguro si no aquel que opera en agua desconocidas, tal como lo hizo Colon. Otro problema es combatir la mitología ideológica, son energías competitivas ahora, Bloomberg, The New York Times, Financial Times, Wall Street Journal, Banco Mundial, OCDE, Banco Interamericano de Desarrollo y en general todos esos tótems venerados por los colifeos del mercado libre ya lo han dicho, pero además ya pagamos virtualmente, somos nosotros quienes pagamos las cuentas más caras del mundo, he aquí otro problema, el tramado institucional ilegal existente incentiva la pereza mental y la cultura rentista, anti empresarial por esencia que aquí operan, un mercado brutalmente concentrado, poco eficiente, que tiende a bloquear el ingreso de nuevos empresarios con ideas más frescas, si no me cree es cosa que mire las tarifas.
Existen otros proyectos interesantes en marcha gracias a ciertas fundaciones que se atreven, en lo geotérmico, pero también en lo que dice relación con gestión y eficiencia. A nadie le apetece acaso generar productos que permitan ahorro a nivel domiciliario y los “Green Job” donde los dejamos, quien instala los paneles, existen carreras que enseñen esto, para eso es necesario un cambio de chip y apostar por los chicos y medianos, porque es obvio, los grandes conglomerados se quedaron en siglo XIX, tanto así que resulta deprimente compararlos con grandes empresarios de Estados Unidos.
Se debe apuntar a industrializar las soluciones energéticas, esto requiere cerebro, el cerebro implica calificación y la calificación un empleo mejor remunerado, cerebro es desarrollo, este es el salto que Chile debe dar para ya dejar de ser ese país estrella del commodity – algo tan de tercer mundo – En litio Chile es un país riquísimo, solo un dato, existen acá muchos trabajos sobre batería a litio para almacenar energía y hay muchos prototipos más esperando en universidades, ideas buenas que dejan huella y memoria porque hacia ya va esta micro, la micro correcta, la micro moderna, no la Matadero Palma del año 60, esa en base a combustible fósil y que va a la vuelta de la rueda, esa donde siempre quedamos colgando en la pisadera y que sabemos quedara en panne para ser deshuesada en breve, si, en breve, corta y rapidito.