A veces una ideología logra colocar – logra instalar – un concepto y hace incluso que las personas que puedan verse perjudicadas defiendan esa idea, eso es lo que ocurre en la discusión sobre la gratuidad en educación universitaria, que se trata de un subsidio de los pobres para los ricos – dicen – se dice de igual manera que los más ricos no subsidiarían a los más pobres, que la clase media tendría una carga regresiva porque los ricos pueden pagar, pero no es de esto de lo que se habla, se esta hablando – pidiendo – lo que ocurre en muchos países del mundo donde cada persona que merezca – independiente su nivel socio-económico – tiene garantizada una educación de calidad gratuita.
¿Donde esta la regresividad? obvio, existe regresividad si es que no se produce una variable, el problema no es que las personas de más altos recursos tengan educación universitaria gratuita, el problema es que esas mismas personas – sus familias, sus padres – esos mismos que son los más ricos de Chile simultáneamente no son los que más contribuyen con impuesto al país. Eluden, evaden, encuentran 50 mil formas – existentes en la ley – para así dilatar el pago de impuestos, por lo tanto no contribuyen al verdadero nivel de sus ingresos a la carga que necesita el país para financiar la educación, distinto seria si es que estas personas generaran las contribuciones al erario nacional que corresponde que generen, sin elusión, sin paraísos fiscales, sin sociedades de inversiones chantas, sin meter papas, mamas, tíos, hermanos, sobrinos, etc. y de esa forma, por la vía de la contribución ellos no tendrían ni un problema – ni el estado tendría ni un problema – en dar gratuitamente la educación a sus hijos al igual que a todo el resto de la población, porque seguramente su contribución – en materia impositiva – seria bastante más que lo que el país les devolvería en educación.
Resulta que se habla ideológicamente y sale este concepto de pobres financiando a ricos, a ver señor, a ver señora, a que me refiero cuando hablamos de ricos, si usted gana $3.000.000 ya pertenece al 5% más rico de Chile, si usted tiene 2 hijos que asisten a la universidad un tercio de ese sueldo deberá pagar cada fin de mes, entonces ¿es usted millonario? por supuesto que no, cuando hablo de personas ricas, hablo de personas que ganan por sobre los $25.000.000 mensuales, hablo de esas 4000 personas y este país – en términos conceptuales – tiene capturado, tiene de rehén a millones haciéndoles creer que los ricos son la mitad del país y que por lo tanto existe otra mitad pobre que financiaría la educación de todos, eso no es así, no es así y lo que ocurre es que en Chile se hacen 2 cosas – simultáneamente – que no pueden ser, se tienen los aranceles universitarios más caros de América Latina, no existe un derecho de garantía – para quienes lo merezcan – de educación gratuita y simultáneamente el proceso de elusión de impuestos es el más alto del continente también, aquí se evaden los impuestos muy fácilmente, la taza impositiva de las empresas es bajísima, entonces si aquí se quiere pagar la educación de los hijos de las personas más ricas pero no se les cobra a ellos la verdadera contribución que debieran hacer al erario nacional, claro, en ese caso si seria un subsidio, por lo tanto – indirectamente – cuando se habla de no a la educación gratuita, lo que se dice es no a una reforma tributaria que augure que las personas ricas paguen lo que deben pagar y así no habría tanto problema en que el estado, el país, todos estuviéramos en las mismas condiciones de tener gratuidad si es que los estudiantes lo merecen.
Cosa totalmente distinta es esta venta de un concepto ideológico que a todas luces es falso, que es mentira y sofista, esa idea de que si la gratuidad es para todos y que simultáneamente no se cambia nada más, es decir, se promueve y se estimula que ese pequeño grupo de verdaderos ricos se pueden dedicar a la especulación financiera, se pueden dedicar a un montón – enorme – de martingala para, entre otras cosas, la paga de menos impuestos que los que paga usted señor, que los que paga usted señora, entonces – si no se pretende cambiar esa situación – la verdad es que ofrecer gratuidad será una carga para los sectores más pobres, pero si los ricos tienen una contribución impositiva que corresponde de manera exacta a sus ingresos, entonces desaparecerían los problemas, entonces seria bastante barato financiar la educación.