La elección de la FECH convoco a cerca de 14.000 estudiantes, lo que es considerada una cifra enorme – casi estratosferita – en una votación que hasta hace muy poco tiempo atrás mostraba más indiferencia que interés, por quienes serian sus representantes. Sin duda las movilizaciones estudiantiles durante este año y la fuerte imagen de Camila Vallejos – ex presidente de la FECH – acrecentaron el interés por participar, cuando lideres universitarios calan hondo en la sociedad, vengan de donde vengan ese organismo estudiantil se ha energizado, tal cual ocurrió con Alejandro Rojas en la UP, con Yerko Ljubetic durante la dictadura, lo mismo ocurre ahora con Vallejos y compañía.
A pesar de todo lo anterior, Vallejos no fue reelecta, su partido político decidió presentarse solo y no en alianza como había sido la tónica en votaciones anteriores, y esto no ocurrió por azar o apetitos partidarios, la dirección de Vallejos concito enorme adición interna, hasta que avanzado el movimiento, hubo que decidir como se continuaba. El movimiento estudiantil dudo, tomo distintas decisiones, tuvo diferentes apreciaciones, una vez que se alcanzo el dialogo con el ejecutivo, una vez que empezaron a aparecer los apoyos parlamentarios – particularmente de La Concertación – hubo que decidir como se seguía. Allí, las voces más moderadas del movimiento, que hablaban de institucionalizar cualquier cosa o cualquier tipo de acuerdo lo más rápido posible, para dar forma a alguna victoria respecto de lo que se había hecho y después los nuevos liderazgos podían continuar, a partir de ese punto, esos liderazgos – ideas – básicamente representados por Giorgio Jackson y Camila Vallejos, estuvieron de acuerdo – no objetaron – que esta institucionalización se diera a través del Gobierno y después del Parlamento, cosa que con el movimiento estudiantil en las calles, genero discrepancias profundas, con los que apoyaban la opción de no institucionalizar nada, menos utilizando herramientas como el Parlamento y no les importaba quien fuese el presidente de turno – Piñera ahora, Bachelet y Lagos antes – consideraban que el avance era nulo y que los cambios de modelos exigidos no se habían llevado acabo.
Surge la necesidad de diferenciarse, diferenciarse del Partido Comunista, cosa que el PC vio como oportunidad, como apuesta – la cual perdió – de buscar solos la reelección de la dirigenta. Por eso hoy se han visto todo tipo de declaraciones, las que apuntan a criticar menos al actual gobierno y mucho más criticas a la gestión Bachelet. ¿Qué va pasar? pregunta que todos se hacen, se les ha tildado de “no” tener etiquetas políticas, precisamente por esos sectores que siempre están interesados en etiquetar, se les cree más radicales, más anárquicos a Gabriel Boric y su lista ganadora. Yo creo que habría que ver, Boric no tiene – al menos en sus palabras – nada antisistema, no dice ninguna cosa que indique que no desee la existencia de instituciones, de formalidades, las que deben participar cualquiera sea el camino que se tomara, por lo tanto va haber un periodo de conocimiento de las nuevas autoridades de la FECH, donde quedara Camila Vallejos como vicepresidenta, entrara un miembro – por primera vez – de los grupos que se identifican abiertamente anárquicos, y por lo tanto habrá un periodo de aclimatación para ver que es lo que se viene, que es lo que traen entre manos.
Lo que es importante dilucidar, es si esto esperara al comienzo del próximo año universitario o esta cosa va partir ahora, para eso estamos a la espera – en los próximos días – de lo que se resuelva en esta primera formación FECH, bajo la presidencia de Gabriel Boric, lo que no cabe duda, es que el movimiento estudiantil no tiene ningún interés en disminuir la presión, en disminuir sus peticiones, en solicitar – como Boric lo dijo hoy – que se valla mucho más allá de lo universitario y que se abarque lo nacional.