jueves, 19 de noviembre de 2009

Me aburrí… ¿envidia de que... de que?

Prender el televisor, escuchar radio o leer los medios de prensa por estos días no me resulta tan agradable como hace tan solo un par. Es que ver como el gordo Alan – presidente del Perú – no llama envidiosos, me resulta a lo menos cuestionable.

Todos los días una frase nueva o alguna declaración – a veces sin ninguna trascendencia – atacar por atacar se ha vuelto el deporte favorito del mandatario peruano – dicho sea de paso, podría pensar en otros deportes que falta le hacen – Bien, mi pregunta es ¿qué se esconde detrás de esta escalada verbal? Tengo 2 hipótesis y la verdad es que ambas apuntan mas allá de Alan García, apuntan a los sectores castrenses que están creando un escenario a expensas de un presidente sumamente débil – lo siento gordo – que trata de salvar con un discurso agresivo su mala gestión, quiere controlar situaciones, que escapan ya, de sus manos.

Tenemos el caso del ex general Donaire, cuando tuvo ese exabrupto inexplicable – mucho mas grave que cualquier otra cosa que se haya dicho hasta el momento – y sin embargo Alan García no pudo sacarlo del cargo en forma anticipada como se había comprometido, no solo eso, además Donaire se transformo en un referente político y de opinión publica en Perú.

Yo hilo aun más fino, porque no ver que detrás de esto esta la inteligencia peruana – la poca que tienen al menos – esa de torre Tagle, para ir creando un escenario de conflicto ante los ojos del tribunal internacional, así quieren transformar lo que para Chile es una tesis jurídica – un problema de aclarar acuerdos y tratados – hacia claramente un problema político y ojala – por que no – la mediación de un país potencia. Sin embargo y corriendo el riesgo, Chile debe responder algunas cosas dichas por el gordo Alan. García dice – todo suelto de cuerpo, literalmente – que estaría dispuesto a evaluar el conjunto de las relaciones con Chile, si nuestro país no investiga y no da una respuesta satisfactoria al Perú.

Pongamos las cosas en su punto, cuando se nos trata de envidiosos y si, hoy me hago la pregunta – me aburrió el gordo Alan - ¿de que envidia estamos hablando? Chile fue la primera economía del mundo que se acerco a un Perú destruido para ayudar a su reconstrucción, por 2 razones obvias, el sector privado quería hacer buenos negocios y el estado considero que la mejor estabilidad en la región se produce cuando a todos les va bien – a toda Sudamérica, eso incluye Perú – esto da estabilidad y permite a los países vecinos progresas y generar negociaciones en conjunto. Todos ganamos cuando nos va bien y por lo tanto Chile – si, nosotros – fuimos el primer país en hacer grandes apuestas de inversiones en Perú, hay entre 5.500 y 7.000 millones de dólares – de los pensionados chilenos – ayudando a levantar la economía peruana.

Pero no han sido solo negocios, para que el gordo Alan haga memoria, Chile fue quien ayudo a Perú a tener un TLC (tratado de libre comercio) con Estados Unidos, tanto congresistas como el gobierno chileno, intervinieron antes sus pares norteamericanos para que se facilitara dicho proceso. Por si fuera poco – y después no dicen envidiosos, hay que ser muy cara de raja – además Chile le abrió la puerta a Perú en Asia, esto mediante la presentación de todos sus socios, lo ha integrado a acuerdos que Chile logro, pero los ha integrado para que estén a tono y vallan a la par con nosotros.

Después de todo esto ¿envidia de que? Mejor preguntémonos ¿quién depende de quien?, es cosa de revisar las relaciones ¿quién pierde mas? Así que envidia por lo tanto o vecino que mete bulla, nada. Lo único que hace García y su sequito es verbalizar un discurso preparado, tratan de salvar las apariencias de un gobierno peruano que cuenta con un 28% de aprobación.

Me he guardado las sospechas mas graves para el final – la guinda de la torta – esas de largo plazo y es evidente que en Perú los sectores castrenses y la inteligencia torre Tagle, van mucho más allá de Alan García. Estos actores escondidos hasta el momento, están digitando un escenario de conflicto para desprestigiar a Chile y así hacerlo aparecer como una potencia armamentista, agresora y conflictiva, por lo tanto transformar el caso en el tribunal de la HAYA – el cual han ido construyendo pacientemente – para darle más peso y transformarlo en un conflicto abierto de tipo político entre ambos países, así el fallo del tribunal no seria estrictamente jurídico, si no tendría la connotación política deseada por Perú. En las connotaciones políticas siempre hay una actitud de mediación y se busca una solución salomónica, en la cual todos ganen algo, que hacer justicia plena, clara y transparente.

Chile debe desarrollar ahora una ofensiva a nivel internacional, debe señalar claramente cuales es la posición del país frente a cada una de estas denuncias, sin caer en la grosería de un Alan García desprestigiado, un gordo Alan al que todos conocemos sus debilidades, por lo tanto no vamos hay que perder el hilo, el problema no es el presidente menos capacitado en la historia del Perú, no es su sequito, ni mucho menos las declaraciones de los candidatos presidenciales en Perú. Lo que se esconde y trama detrás de todo esto, eso es lo que si puede llegar hacer tremendamente peligroso, sobre todo por esos 7.000 millones de dólares nuestros que están allá y que son las pensiones de los chilenos.