Francamente los problemas entre Perú y Chile escalan, escalan día a día y los peldaños no son pequeños, son cada vez más y más grandes. Cuando Alan García – presidente del Perú – nos llama “republiqueta” es algo no menor, cuando escucho a la presidenta Bachelet decir que no hay que ser agresivos, no hay que se declaraciones anti-sonantes, pero a su vez su homónimo peruano declara que les tenemos envidia, que por esa razón espiamos, que estamos dolidos y por eso criticamos, que por estas razones hablamos mal de ellos. Cuando el canciller de Perú dice que si Chile no reconoce el espionaje – como si las pruebas entregadas hasta el momento fuesen determinantes – se deberán revisar las relaciones integrales. No estamos bailando el mismo ritmo claramente.
Francamente se debe tener doble cuidado, felicito a la presidenta – con la cual muchas veces discrepo – por la calma con la que ha enfrentado un tema como este. Lo que Perú esta haciendo y lo diré en buen chileno es tocarnos la oreja, incluso lo hace con los ciudadanos mas tranquilos, con aquellas personas – dentro de las cuales NO estoy – que detestan los nacionalismos. Cuando el gordo Alan habla de mi país como una “republiqueta” no es aceptable, mas si nos compara con el país que el a llevado a la debacle interna en que se encuentran. Así y todo, yo no me imagino a la presidenta, no me imagino a ninguno de los 4 candidatos presidenciales refiriéndose a Perú como “republiqueta”, claro que no y eso le da valor a política chilena, nosotros no tratamos en esos términos a los países limítrofes, ni a ellos ni a nadie.
Lo que si podemos decir – con voz fuerte y firme – que envidiosos no estamos, podríamos caer en el facilismo y preguntar ¿envidiosos de que? Porque simplemente no tenemos de que estarlo. Los números demuestran que la envidia de Chile al Perú no es tal – no se si ellos podrán decir lo mismo – es que hemos sido tremendamente acogedores en muchos casos, cuantos peruanos emigran a nuestro país, no en las mejores condiciones es cierto, pero si prefieren eso, imaginen como estarían en su propia tierra. Entonces que los peruanos que están allá paren su escándalo, si, paren el escándalo.
Bachelet, bien por poner paños fríos y sin anti-sonancias, eso es Chile en política exterior, nosotros no atacamos a través de los medios y no le estamos tocando la oreja al Perú, esa es la enorme diferencia entre ellos y nosotros. Creen que haciendo eso activan a los nacionalistas, le cuento al gordo Alan que esos se activan solo – son una pradera seca, prenden con agua – lo que Perú hace es tratar de activar sentimientos de orgullo, de dignidad, incluso en gente mas tranquila y moderada que no pretenden enfrentarse con nadie. Pero como existe ese tipo de gente, también estamos los que no toleramos ser llamados “republiqueta” porque todo tiene un límite.
Francamente se debe tener doble cuidado, felicito a la presidenta – con la cual muchas veces discrepo – por la calma con la que ha enfrentado un tema como este. Lo que Perú esta haciendo y lo diré en buen chileno es tocarnos la oreja, incluso lo hace con los ciudadanos mas tranquilos, con aquellas personas – dentro de las cuales NO estoy – que detestan los nacionalismos. Cuando el gordo Alan habla de mi país como una “republiqueta” no es aceptable, mas si nos compara con el país que el a llevado a la debacle interna en que se encuentran. Así y todo, yo no me imagino a la presidenta, no me imagino a ninguno de los 4 candidatos presidenciales refiriéndose a Perú como “republiqueta”, claro que no y eso le da valor a política chilena, nosotros no tratamos en esos términos a los países limítrofes, ni a ellos ni a nadie.
Lo que si podemos decir – con voz fuerte y firme – que envidiosos no estamos, podríamos caer en el facilismo y preguntar ¿envidiosos de que? Porque simplemente no tenemos de que estarlo. Los números demuestran que la envidia de Chile al Perú no es tal – no se si ellos podrán decir lo mismo – es que hemos sido tremendamente acogedores en muchos casos, cuantos peruanos emigran a nuestro país, no en las mejores condiciones es cierto, pero si prefieren eso, imaginen como estarían en su propia tierra. Entonces que los peruanos que están allá paren su escándalo, si, paren el escándalo.
Bachelet, bien por poner paños fríos y sin anti-sonancias, eso es Chile en política exterior, nosotros no atacamos a través de los medios y no le estamos tocando la oreja al Perú, esa es la enorme diferencia entre ellos y nosotros. Creen que haciendo eso activan a los nacionalistas, le cuento al gordo Alan que esos se activan solo – son una pradera seca, prenden con agua – lo que Perú hace es tratar de activar sentimientos de orgullo, de dignidad, incluso en gente mas tranquila y moderada que no pretenden enfrentarse con nadie. Pero como existe ese tipo de gente, también estamos los que no toleramos ser llamados “republiqueta” porque todo tiene un límite.