domingo, 27 de marzo de 2011

Chernóbil... héroes olvidados.

Ya sabemos que se necesitaron unas 700.000 personas, de una gran parte no se conoce identidad alguna, los expedientes, los documentos, los historiales clínicos han sido borrados por el paso del tiempo, la desidia y el secreto. Las cifras oficiales no se ponen de acuerdo, esas personas más que humanos simplemente eran números, conceptos empleados por un estado que puso todo para que la catástrofe no fuese conocido por el mundo, la prensa bielorusa afirmo que casi todos contrajeron cáncer, muchos fallecieron al poco tiempo escondidos siempre de la mirada social para no crear el tan temido pánico, en Ucrania se asegura que murieron durante esos 3 minutos eternos sobre el techo de la central 8.500 liquidadores.

Otros héroes fueron 400 mineros, quienes abrieron de forma voluntaria un túnel bajo el reactor para llenarlo de nitrógeno liquido y crear una cámara que permitiese que toda aquella estructura se hundiera, hombres que soportaron temperaturas imposibles bajo la superficie terrestre en contra de la teoría de muchos ingenieros que seguían las evoluciones del caso, claro que estos hombres - los ingenieros - las seguían desde sus seguros despachos en la Plaza Roja de Moscú.Después de todos estos acontecimientos se lograba el objetivo, prueba absolutamente sobre humana y lamentablemente muy pocos viven hoy para dar testimonio de aquellos momentos, la mayoría nunca supo los efector de la radiación nuclear sobre el cuerpo humano, es que si no se podía oler, si no se podía ver, simplemente no podía existir.

Luego entraron en acción los llamados "gatos del tejado", eran hombres que operaban al atardecer a la misma vela que el reactor y su núcleo ardiente, su muerte por lo tanto era segura, median la radiación y comprobaban como esta no era homogénea si no que se distribuía de manera caprichosa, cómo globulares invisibles donde se alcanzaban los 10.000 Roetgen, permaneces a 1 metro de estas manchas significaba la nula posibilidad de seguir viviendo, posarse sobre ellas era la muerte de manera inmediata. Una vez terminada está misión suicida, otros grupos con rudimentarios mapas creados por compañeros ya muertos podían evitar dichas manchas y así evitar la energía nuclear, en aquella gran fosa hoy en día sigue los restos recogidos por los liquidadores con palas y manos, restos de grafito retorcido que seguirán emitiendo la muerte durante los próximos 24.000 años.