Chile tiene el segundo himno más bello del mundo, eso es un mito ridículo, nunca que se sepa a existido una premiación semejante, tonteras que de seguro invento un patriotero pasado a chicha para inflar el ego a falta de logros verdaderos, pero lo curioso que hasta en concursos ficticios nos llevamos un premio moral. Pero mas allá de derivar mitos, el análisis del himno nacional es bastante positivo y no lo digo porque sea chileno, la razón, cuesta encontrar un himno que resalte en su letra las bellezas y singularidades de un entorno geográfico y natural.
Pasa que en los demás himnos patrios – los más conocidos al menos – prevalecen siempre un tono épico y guerrero con versos que a oídos de un extranjero pueden causar pavor, abundan los degollados, la sangre, la espada o la bayoneta, el de Estados Unidos por ejemplo dice: “su sangre a limpiado la contaminación de sucios pasos, ningún refugio podría salvar a mercenarios y esclavos del terror de la huida o de la tristeza de la tumba, la bandera estrellada triunfante ondea solo en la tierra de los libres y el hogar de los valientes”. Bueno, sin ir más lejos la propia Marsellesa es un himno más o menos parecido o incluso peor: “marchemos hijos de la patria que ha llegado el día de la gloria, contra nosotros la tiranía y el sangriento estandarte”, si no lo ha comprendido en su justa dimensión entonces lo doblare al flaistismo: “zarpémonos cabros que hoy cobramos, contra los longis hay que puro levantar el estoque, ahí vienen los locos enteros de brigido, nos van a filetear a los cabros chicos y las minas, vamos a la guerra cabros no mas, vamos a la guerra, armen los piños… cha, pa, pa, pa y hueas”.
Son acaso los 2 himnos más conocidos pero entre ambos el chileno – créame – sale bastante mejor parado, desde el punto de vista musical más parece un tema que una marcha militar, ahora está claro que el compositor catalán Ramón Carnicer exiliado en Inglaterra recibió una influencia clara y sobre eso no hay mucho que decir. Otros himnos conocidos por su “hermosura” son el de Alemania y el de Italia, caso aparte es el del Reino Unido, “god save the Queen o god save the King” según sea el sexo del soberano en el trono, una letra que simplemente consagra la obediencia a la monarquía, o sea, ni un brillo.
Particular situación la de España, cuyo himno no tiene letra, durante la España franquista hubo uno donde si se cantaba pero nadie lo entonaba y así han probado varias veces ya que el himno sin un letra carece de mística, se noto en el mundial pasado, si hasta Joaquín Sabina a escrito borradores pero no hay caso, probablemente se debe a que es un país que aglutina nacionalidades y lenguas múltiples.
En lo himnos de latinoamericanos se comparte un tópico común, la libertad. Es lógico porque todos los países de este lado del mundo fuimos colonia y no nos podemos presentar como una cápita de piojosos, subyugados por sapatras y tiranos, no. El peruano tiene una gracia es creación de un latinoamericano 100% de un mestizo, José Bernardo Alcedo Retuerto.
El argentino, nosotros – chilenos – lo entonábamos antes de tener uno propio en época de la Patria Vieja, ah es sorprendente el parecido del himno boliviano con el nuestro, su comienzo y su final sobre todo, una anécdota, el autor del himno de Bolivia el italiano Leopoldo Benedetto Vincenti vivió en Chile, si en nuestra patria que demoro hasta 1905 bajo el gobierno del presidente Manuel Montt para establecer un himno como oficial y definitivo, es que su historia ha sido particularmente problemática. Que letra y música no pegaban ni juntaban, que la letra de Bernardo Pérez y Pintado debió ser modificada luego que se restablecieran las relaciones entre Chile y España, es que era demasiado hostil contra quienes nos esclavizaron durante siglos.
Así hasta que Eusebio Lillo metió mano y lo dejo convertido en el himno que todos hoy conocemos, todos claro menos personajes como Arturito Longton, la Vale Roth o Luly. El himno nacional mejoro bastante respecto del anterior, pero, tiene 14 estrofas y antes – no hace mucho – había que aprendérselo completito. Por ahora me quedo con esas 2 estrofas y el coro, lo cantamos hoy, ayer y mañana, en las buenas y en las malas, por nuestra tierra a veces generosa y a veces castigadora, viva Chile mierda y disculpen el patriotismo.