Ya ha pasado el 11 de septiembre – pocas horas han transcurrido de esto – y sin duda es una fecha que todos los chilenos tenemos en nuestro “disco duro”. A pesar que a veces niños y jóvenes – digamos entre 15 y 25 años – parecen no conocer la historia, eso en realidad habla muy mal de nosotros, no habla bien de la historia del país.
Que algunos compatriotas no recuerden un “evento” que cambio la historia de nuestra nación, habla muy mal de cómo esta nuestra educación y en particular los acontecimientos recientes. Independientemente de si es algo que divide – claro esta – o tiene algún tipo de polémica y genera controversia. Independiente de si hay gente que lo defiende a morir – el golpe de estado – o gente que considera que es una tragedia, el hecho que halla tantas personas que eventualmente respondan “no tengo idea lo que paso” habla muy mal – insisto – de nuestra propia capacidad de tener presente la historia mas cercana.
El marques de Santillana lo decía: “Quienes no conozcan la historia, están condenados a repetirla”. Muchas veces las cosas merecen ser recordadas porque simplemente pasaron – tan sencillo como eso – no porque necesariamente tengan un tinte determinado, si no porque ocurrieron, porque a partir de eso cambio la vida de Chile, país donde habitamos. Cambiaron también la vida de padres y abuelos, de instituciones. Entonces me pregunto una vez mas ¿cómo puede ser? que aya cabros de mi edad que digan con tanta liviandad “no tengo la mas leve idea de lo que paso” Son cosas que – en verdad – aun no logro entender.
Que algunos compatriotas no recuerden un “evento” que cambio la historia de nuestra nación, habla muy mal de cómo esta nuestra educación y en particular los acontecimientos recientes. Independientemente de si es algo que divide – claro esta – o tiene algún tipo de polémica y genera controversia. Independiente de si hay gente que lo defiende a morir – el golpe de estado – o gente que considera que es una tragedia, el hecho que halla tantas personas que eventualmente respondan “no tengo idea lo que paso” habla muy mal – insisto – de nuestra propia capacidad de tener presente la historia mas cercana.
El marques de Santillana lo decía: “Quienes no conozcan la historia, están condenados a repetirla”. Muchas veces las cosas merecen ser recordadas porque simplemente pasaron – tan sencillo como eso – no porque necesariamente tengan un tinte determinado, si no porque ocurrieron, porque a partir de eso cambio la vida de Chile, país donde habitamos. Cambiaron también la vida de padres y abuelos, de instituciones. Entonces me pregunto una vez mas ¿cómo puede ser? que aya cabros de mi edad que digan con tanta liviandad “no tengo la mas leve idea de lo que paso” Son cosas que – en verdad – aun no logro entender.