Los alcaldes han abierto una fuerte polémica con los diputados, molestos por una situación que estiman discriminatoria, todo esto surge, tras la decisión de los diputados de suspender por un mes su trabajo en la cámara baja, para así, poder dedicar mayor tiempo a sus respectivas campañas “con tranquilidad”. Esto ha generado la indignación de diferentes ediles, que como ustedes sabrán – y si no, se lo cuento – ellos deben renunciar a su cargo, momentáneamente, mientras duran sus campañas, retoman una vez que ya termina el proceso eleccionario y solo para hacer entrega al nuevo alcalde en algunos casos, pero ese periodo de campaña legal – 3 meses – ellos no solamente quedan sin su cargo, si no que además, sin goce de sueldo y por lo mismo compiten en otras condiciones, frente a los otros candidatos que luchan por alguna alcaldía.
Bien, claramente todo esto no ocurre con los parlamentarios, que siguen siendo pagados por todos los chilenos – por usted y por mí también – mientras ellos hacen sus campañas. Esto ha genera reacciones – a mi juicio – reprochables, porque algunos parlamentarios, ahora quieren sacar ventaja de esto, si, así es, hay algunos que hoy día aparecen “inmolándose” ante la opinión publica, renunciando a su salario, en pro de poder dedicarse a su campaña.
La verdad es que ninguno puede renunciar a su sueldo, las leyes son claras, esas platas la Cámara de Diputados la recibe y debe asignarla, porque no se puede destinar con ningún otro fin, que no sea el pago de sueldos, por lo tanto lo dichos que hemos escuchado las ultimas horas, son mas demagogia que realidad. Segundo, porque si de verdad piensan que hay que ganarse los porotos trabajando, lo único que deben hacer es usar el sentido común y trabajar, si en el último de los casos, tienen la conciencia un tanto incomoda, basta con que donen a alguna institución de manera noble – sin ningún tipo de publicidad – su cheque mensual, el cual lleva varios ceros dibujados.
Pero la realidad es que estos son solo artilugios, en el fondo, de lo que estamos hablando acá, que los parlamentarios, como cualquier otro chileno tienen que hacer su pega y su trabajo es legislar y al mismo tiempo ser candidatos. Deben combinar ambas actividades, como cualquier otro ciudadano común, que quiere aspirar al congreso. Aquí a diferencia de los alcaldes – porque mas de alguien dirá que hagan lo mismo que los ediles – esto tiene una dificultad adicional, el alcalde cuando queda fuera del cargo, durante los meses de su campaña para su reelección entrega al administrador municipal, la gestión del municipio, no se paraliza la municipalidad en cuestión, pero no podemos tener parado 3 meses el Congreso Nacional, sin legislar.
En consecuencia, no tiene ninguna solución todo este problema, más que hacer la pega. Es impresentable lo de este mes “de gracia” para que pudieran dedicarse a sus campañas, lo que tienen que hacer es pensar un poco – se que a la mayoría le es una tarea difícil – combinar y planificar sus campañas en función de que se deben a su electorado, pero hacer su trabajo legislativo y así poder aprovechar sus logros como parlamentarios, para acaparar mas votos.
Ahora, la excepción a todo esto, podría ser a nivel de las candidaturas presidenciales por una razón distinta, ellos tienen que recorrer todo el país, por lo tanto no se concentran solo en un distrito o circunscripción, estos personajes deben recorrer Chile de extremo a extremo y eso evidentemente los pone en un contexto al menos particular. Por algo las tradiciones tienen sus normas y la norma es, trabajen hombre, esa es su mejor propaganda. Es tan difícil de entender.
Bien, claramente todo esto no ocurre con los parlamentarios, que siguen siendo pagados por todos los chilenos – por usted y por mí también – mientras ellos hacen sus campañas. Esto ha genera reacciones – a mi juicio – reprochables, porque algunos parlamentarios, ahora quieren sacar ventaja de esto, si, así es, hay algunos que hoy día aparecen “inmolándose” ante la opinión publica, renunciando a su salario, en pro de poder dedicarse a su campaña.
La verdad es que ninguno puede renunciar a su sueldo, las leyes son claras, esas platas la Cámara de Diputados la recibe y debe asignarla, porque no se puede destinar con ningún otro fin, que no sea el pago de sueldos, por lo tanto lo dichos que hemos escuchado las ultimas horas, son mas demagogia que realidad. Segundo, porque si de verdad piensan que hay que ganarse los porotos trabajando, lo único que deben hacer es usar el sentido común y trabajar, si en el último de los casos, tienen la conciencia un tanto incomoda, basta con que donen a alguna institución de manera noble – sin ningún tipo de publicidad – su cheque mensual, el cual lleva varios ceros dibujados.
Pero la realidad es que estos son solo artilugios, en el fondo, de lo que estamos hablando acá, que los parlamentarios, como cualquier otro chileno tienen que hacer su pega y su trabajo es legislar y al mismo tiempo ser candidatos. Deben combinar ambas actividades, como cualquier otro ciudadano común, que quiere aspirar al congreso. Aquí a diferencia de los alcaldes – porque mas de alguien dirá que hagan lo mismo que los ediles – esto tiene una dificultad adicional, el alcalde cuando queda fuera del cargo, durante los meses de su campaña para su reelección entrega al administrador municipal, la gestión del municipio, no se paraliza la municipalidad en cuestión, pero no podemos tener parado 3 meses el Congreso Nacional, sin legislar.
En consecuencia, no tiene ninguna solución todo este problema, más que hacer la pega. Es impresentable lo de este mes “de gracia” para que pudieran dedicarse a sus campañas, lo que tienen que hacer es pensar un poco – se que a la mayoría le es una tarea difícil – combinar y planificar sus campañas en función de que se deben a su electorado, pero hacer su trabajo legislativo y así poder aprovechar sus logros como parlamentarios, para acaparar mas votos.
Ahora, la excepción a todo esto, podría ser a nivel de las candidaturas presidenciales por una razón distinta, ellos tienen que recorrer todo el país, por lo tanto no se concentran solo en un distrito o circunscripción, estos personajes deben recorrer Chile de extremo a extremo y eso evidentemente los pone en un contexto al menos particular. Por algo las tradiciones tienen sus normas y la norma es, trabajen hombre, esa es su mejor propaganda. Es tan difícil de entender.