Que conclusión se puede sacar del paro de los profesores, el que hoy cumple su décima jornada, nos podemos apoyar en lo que declaro esta mañana el subsecretario de educación, el que claramente tiene la visión de una de las partes – el gobierno – El se refirió a las cifras y nos cuenta que la paralización esta afectando – hoy – a 380 establecimientos municipales, principalmente concentrados en el norte del país, donde no se están haciendo clases – ni si quiera los cuartos medios – en el resto de los 11.000 establecimientos hay clases relativamente normales, se debe agregar que los colegios en situaciones extremas la orden es cerrar el año y analizar caso a caso los alumnos que corren el riesgo de repetir.
A todo esto se debe agregar que en comisión se aprobó el presupuesto de educación para el próximo año, esta era la “gran jugada” que tenían los profesores para ejercer presión, con estos antecedentes en la mano se obtiene como conclusión que el movimiento de los docentes esta muy debilitado y difícilmente impondrán su criterio del pago de la deuda histórica.
Todo esto es lo que hoy se observa, lo más formal, lo oficial del conflicto, lo que recogen los medios, pero hay un asunto que es mucho más profundo y triste, para miles de niños y jóvenes es un año perdido – seguro para los que estudian en los 380 colegios paralizados – pero para muchos más también. Es la cuarta paralización del año y perjudica el cierre de este precisamente.
El gobierno aposto a un desgaste del magisterio y al parecer lo esta logrando, incluso se señala que no se suspenderá el SIMCE – postergado para las próximas semanas – y que demostrara esta medición por ejemplo, que se mantiene – y aumenta – la brecha entre educación publica y privada, que ha sido una año negro para la educación, que se han paralizado 4 veces las clases y que los alumnos han conseguido cero. No, no cero, menos que cero.
A todo esto se debe agregar que en comisión se aprobó el presupuesto de educación para el próximo año, esta era la “gran jugada” que tenían los profesores para ejercer presión, con estos antecedentes en la mano se obtiene como conclusión que el movimiento de los docentes esta muy debilitado y difícilmente impondrán su criterio del pago de la deuda histórica.
Todo esto es lo que hoy se observa, lo más formal, lo oficial del conflicto, lo que recogen los medios, pero hay un asunto que es mucho más profundo y triste, para miles de niños y jóvenes es un año perdido – seguro para los que estudian en los 380 colegios paralizados – pero para muchos más también. Es la cuarta paralización del año y perjudica el cierre de este precisamente.
El gobierno aposto a un desgaste del magisterio y al parecer lo esta logrando, incluso se señala que no se suspenderá el SIMCE – postergado para las próximas semanas – y que demostrara esta medición por ejemplo, que se mantiene – y aumenta – la brecha entre educación publica y privada, que ha sido una año negro para la educación, que se han paralizado 4 veces las clases y que los alumnos han conseguido cero. No, no cero, menos que cero.