martes, 3 de noviembre de 2009

Gobierno reactivo = Mal gobierno.

¿Que pasa que todos los gremios están con paralizaciones? Varios puntos son los que se deben considerar, desde luego se ha generado en el país una cierta lógica en el sector, se dice cree que la única manera de colocar temas en la agenda es a través del conflicto.

Todo esto acontece porque nuestra clase política no tiene una visión global del desarrollo del país, con prioridades claras y con un discurso claro, donde el ciudadano sepa en que momento se abordaran sus problemas. Entonces se abordan los problemas de aquellos que solo hacen conflicto, de esta manera logran que las autoridades no los puedan eludir. O sea tenemos un gobierno reactivo y por ello los gremios deben ser muy radicales para conseguir la solución a sus legítimos problemas.

Otro punto, no existe en el sistema público con mecanismos legítimos, para que los trabajadores del sector público puedan tratar sus temas y ha su vez que estos mismos no perjudiquen a los usuarios – todos nosotros, la inmensa mayoría al menos – no olvidemos que el estado hace prestaciones de servicios y cumple funciones monopolicas – por consiguiente no hay alternativas – lo cual obliga a tener reglas claras, así el trabajador no se vera dañado al exigir sus legítimos derechos.

También hay que saber reconocer que en nuestro país, tenemos una distribución brutal de la riqueza. Claro, la plata esta, pero en su mayoría se la lleva gente – muy poco – beneficiada incluso por el sistema tributario – los cuales acentúan la desigualdad en vez de mitigarla – Por lo tanto los problemas se podrían resolver porque las lucas están, pero siguen repartidas de forma injusta – sin exagerar el punto – así es sencillo que se generen dinámicas como las que estamos viendo, en las cuales al final del día, nadie termina ganando. Todo esto indica cuales son las tareas urgentes que se deben atender.

Un ultimo elemento, hay gobiernos débiles que como no tienen una visión estratégica del país, se mueven en función de las demandas de los distintos sectores y hacen mas promesas de las que están dispuestos a cumplir. Resultado de esto, problema de credibilidad, de manera que las autoridades proponen e insinúan, sugieren y reindican, pero cuando llega la hora de cumplir desconocen todo lo anterior y además de una manera burda y brutal.


Para cerrar, recuerdo una breve frase. Cuando la propia ministra de educación dice que va por la calle y se encuentra con unas viejitas – profesoras jubiladas – que le preguntaban ¿Ministra cuando va salir nuestro reconocimiento a la deuda histórica, donde nos van a mejorar las pensiones? la respuesta fue “no se hagan ninguna ilusión porque no hay ninguna posibilidad”. Se comprende por si solo que eso es políticamente incorrecto, psicológicamente terminal y hasta burlesco – si no indiferente, por lo bajo –