viernes, 25 de marzo de 2011

Mi cabo, eso es abuso de poder

Mi cabo, que ve en el espejo cuando cada mañana lava sus dientes ¿qué ve? que ve usted en el espejo. Reconoce acaso en la simetría cubista de su rostro los rasgos amerindios de su abuela o quizás de su abuelo, ese hombre esforzado que le enseño a montar en los campos verdes, ese campo que no era precisamente propiedad de él, si no que del patrón, aquel viejo que jamás nunca habría permitido que usted tuviera alguna relación con su hija porque lleva en sus venas la estirpe de gañan pobre y feúcho, carente de abolengo, ese es usted mi cabo.

En que minuto le dio por creer que esa placa que con orgullo ostenta en el pecho le da atribuciones de humillar a otro despojándolo de su camisa y amarrándolo de pies y manos. Mi cabo, es probable que usted le haya hecho un daño tremendo a la imagen de su institución y lo peor, a todos nosotros, porque todos quedamos como chaleco de mono, es que el video da vueltas y afuera la gente dice “mira en Chile como tratan a los negros” todo esto en frente de la moneda más encima, no sé si se habrá enterado mi cabo que existe youtube y unas cosas que se llaman diarios.

¿Por qué ningún testigo abala el procedimiento que usted realizo? Yo tratare de entenderlo, muchos como usted creen que ya esta bueno que tengamos que recibir indios flojos y borrachos o negros de sudor acido, barbaros que llevan en su sangre esa ingénita costumbre de mutilarse, chinos hediondos a soya y musulmanes también. Lo entiendo y por eso no lo crucificare, pero sería bueno que lo piense, verá usted que no todos los alemanes son tipos genios, metódicos, cultos, no todos las alemanas son malas para la cama, no todos los argentinos parecen europeos, en Jujuy, Salta o la Patagonia abunda el gen indígena, mire a Carlitos Tevez – un crack – Riquelme, ninguno de los 2 tiene rasgos del fenotipo nórdico. El origen étnico o nacional no es condición o virtud per se, me creería si le dijera que también hay italianas feas, italianos federicos también, no todos son galanes, eso es absolutamente un mito, así como no todos los judíos son sionistas y codiciosos, pero también están los otros, son mas, los desprendidos, los que han sido aporte, los que lastimosamente no influyen en las decisiones de su gobierno, no todos son tipos brillantes por cierto, también están los giles.

Así que bien que hace el ministro Hinzpeter en decir que esta no la dejara pasar – si se comprueba exceso en el procedimiento – Que vio en el negro mi cabo, tratemos de entender, tanto que hemos trabajado en Chile por crear una sociedad ordenada para que venga y se nos cuele un morenito que – gran detalle – mas encima posee nuestra ciudadanía, será que pensó que alguien así mancha nuestra raza, esa que tiene descendencia de español gótico conquistador, mezclada con la del indio indócil, indómito, construcciones simbólicas añejas simplemente mi cabo. O será que temió que algún día el hijo de ese negro vaya extraer su enorme espada y lacerar con ella el imen de su blanca hija, claro, de seguro usted espera que su tesoro se case algún día con algún rubiecito de esos que tienen apellidos vinosos, ese pavo de comuna pudiente, ese que jamás nunca usted detendrá de la manera que detuvo al negrito, aunque muchas veces – la mayoría – sean estas personas la que lo tratan de paco atorrante, muerto de hambre y mas encima lo amenaza con cortar su carrera.

Tiempo atrás algún portal de internet capto como cambia el trato en la plaza de la Constitución cuando una misma persona se viste de turista y luego se viste de mapuche. Mi cabo, hay belleza en los colores, usted mismo, a pesar de que su caracho bien podría inspirar algún fresco de Picasso y en Alemania bien podrían detenerlo al pasar como tunecino sin papeles, hay destellos de belleza, belleza americana, de mestizaje que solo se da aquí en esta parte del globo.

Con respeto siempre contribuiremos al orden y haremos patria mi cabo, pero reconozca que abuso de su poder y que se paso con el negrito, se paso mi cabo, ¿cómo tan gil mi cabo?, en fin, así es usted mi cabo.