Que seria del pobre jubilado sin un bono de invierno, que seria de los quintiles más pobres de la sociedad chilena, si no contasen con transferencias gubernamentales que tanto ayudan a parar la olla cuando se acerca fin de mes, fecha a la que muchas familias llegan raspando, debido a los sueldos de hambre, ese que menudea pagar el cada vez más precario mercado chileno.
Chile, recuperaba el cobre hace 40 años, fue un anhelo que se comenzó a materializar gracias a la nacionalización, impulsada por el presidente Eduardo Frei Montalva y ese fue el primer gran paso, luego, Salvador Allende se propuso completar la tarea – cuando aun era candidato – y finalmente lo logro con el apoyo unánime del parlamento, incluyendo los sectores de derecha. Este último es precisamente un gran detalle a considerar, si la derecha de aquel entonces voto a favor, se entiende que a pesar de todo comprendía la complejidad del cuadro y tenía más respeto por el aparato público, aunque no son pocos los que aseguran que este sector político vio en el sueño de Allende la posibilidad de pasar factura a Estados Unidos.
Así entonces, Chile recupero algo de su soberanía, sin pagar un peso a las transnacionales de aquel momento e indignaba así al empresariado norteamericano y al gobierno de Richard Nixon, quien prometió hacer añico nuestra economía, pero el sueño chileno – a esas alturas – no anduvo, algo fallo, el dinero logrado se utilizo para importar maquinarias y no para desarrollar la propia, entonces los resultados de esa acción fueron, cero desarrollo para el país y una inflación galopante, inflación que ya sabemos en que termino. Ahora salen voces expresando la necesidad de privatizar CODELCO, total o parcialmente, aunque no son muchos los políticos o economistas de derecha que quieren referirse al tema, otros más radicales, pero al menos francos – Hermogenes Pérez de Arce – creen que Chile tras la nacionalización del cobre, simplemente cometió un error histórico y asegura además, que la nueva coalición no tiene agallas para defender sus convicciones.
Partamos por revertir el saqueo, el expolio que sufre el país frente a transnacionales que nada dejan, las que además pagan impuestos ridículos y un royalty, el cual da para llorar a gritos, todas estas empresas ganan aquí – en mi lindo chilito – lo que no se embolsarían en ningún otro lugar del planeta. Con la complicidad de los gobiernos de La Concertación, es que CODELCO a sido lastrada, lastrada con leyes y normativas aberrantes, todo esto para asfixiar, para llevar a la empresa a un estado terminal y así poder venderla.
Es que somos – por lejos – el país mas generoso con su clase hegemónica, esto es un hecho, no debió extrañar que la centro izquierda – neoliberalizada – comenzara a desnacionalizar el cobre y hoy, casi 2 tercios de la producción minera estén en manos de empresas internacionales que pagan un royalty que avergüenza, por si esto fuera poco, lo peor es que además Chile, les entrega en bandeja el mineral que bien nos podría ayudar a entrar en la industria del futuro, por consiguiente, cruzar el umbral al desarrollo. El cobre a sido nuestro pan, alimentando a esos compatriotas que permanecen aun atrapados en el cepo de la pobreza, todo esto en un país vergonzosamente desigual y además, alimenta la esperanza de todas las chilenas y chilenos que aun creen que seremos un país desarrollado, mas equitativo, mas solidario, simplemente una nación más justa.