Todo parte el 4 de enero, muere el joven Mohammed Bouazizi – el nombre no les dirá mucho – era un joven cesante, universitario, que se inmolo frente al palacio presidencial de Túnez, como sostén de su familia no le quedo otra que ponerse a vender frutas y verduras en la calle pero fue reventado por la policía, todo con la excusa de que lo hacia sin permiso. Su determinación propago las protestas tunecinas hasta tumbar la dictadura de ese país, el contagio revolucionario se extendió a Yemen y a Egipto donde cayo Hosni Mubarak, fue la llama que encendió la primavera árabe que nos dejo la brutalidad en Siria con 5.000 muertos y seguimos contando, de paso y sin pensarlo, se pitearon a Gadafi, aun hay temor respecto de quien asumirá el poder, que pasaría si se imponen grupos islamistas delirantes.
El 22 de julio, el joven noruego Anders Nehring Breivik, mato a 8 personas en el centro cívico de Oslo mediante la detonación de una autobomba, un par de horas después mato a 69 jóvenes que se encontraban en la Isla de Utoya, participando del campamento de verano organizado por el Partido Laborista. El mundo estaba desconcertado, ni hablar de los muertos que hubo en Japón, según un catastro de las autoridades niponas la cifra llegaría a los 6.000.
Fue la noche del domingo 01 de mayo, Barak Obama informaba al mundo la muerte de Osama Bin Laden en la ciudad pakistaní de Abbottabad, comandos de la marina estadounidense habrían arrojado su cuerpo al mar, dicen, seguramente pasara mucho tiempo antes que sepamos lo que realmente ocurrió con Bin Laden. La muerte en Corea del Norte de Kim Jong IL, amado lider, genio de las artes, genio de la guerra, un sátrapa exóticamente loco, soberano absoluto de ese país extraño devenido en secta. No sabremos si las escenas de frenesí colectivo fueron verdaderas o fingidas, es que el que no lo lloraba lo pasaría muy mal.
En Chile hubo muertes de todos los tipos, muertes violentas, mas de 1.500 en accidentes de transito, entre ellos el diputado UDI Juan Lobos, fallecido el 11 de abril, muchos de estos accidentes me hacen recordar la vieja y repetida historia de los cretinos borrachos al volante. También esta la muerte de 44 mujeres asesinadas por mamones y psicópatas, están los 2 detectives asesinados por Italo Nolli, un viejo loco que deliraba con historias de armas y que fue abatido en un tiroteo descomunal en el centro de Santiago, todo ocurrido la tarde del 23 de marzo, el hecho destapo ilícitos relacionados con el robo de cobre. No menos violenta fue la muerte de Manuel Gutiérrez de 16 años, hecho acontecido la madrugada del 25 de agosto en la comuna de Macúl, mientras presenciaba una fogata encendida en el marco de las protestas, con el correr de los días se sabe que el asesino es nada menos que el suboficial de carabineros Miguel Millacura, quien fue procesado, pero finalmente fue dejado en libertad por la fiscalia militar, mala cosa.
Era el 7 de noviembre cuando al interior de un bus del Transantiago, un joven – mas bien un niño – de 15 años, Miguel Cariz, murió tras recibir un disparo a quemarropa, la bala atravesó su cuerpo y fue a dar a la cabeza del pequeño – esta vez de 5 años – Vicente Covarrubias, quien iba en brazos de su padre justo en el asiento de atrás. Agonizo en el instituto de neurocirugía y el delito puso en relieve el fracaso del gobierno en materia de seguridad y marco una escalada de declaraciones cruzadas, gobierno por un lado, fiscales y jueces por el otro.
El 2 de septiembre es un día que no olvidare nunca – quizás ustedes tampoco – todo el país se entero que se perdía en los radares la señal del avión CASA 212 de la FACH, en los alrededores de la Isla Robinson Crusoe, entre los pasajeros de la nave iban el animador de televisión Felipe Camiroaga, el periodista Roberto Bruce y el empresario Felipe Cubillos, y se que toda vida es valiosa, pero será este el día que se recuerde como "el día en que murió el bonachón de Camiroaga". En el mismo mes, 5 días más tarde, perece Gabriel Valdez, su muerte simbolizo el fin de una era en la historia política de Chile.
El 06 de octubre, murió producto de un cáncer Steve Jobs, sin duda el padre de la tecnología contemporánea, un tipo de representaba todo lo que aquí nos hace falta, genio con visión, con ganas de superarse, con arrojo y sin miedo a la innovación, alejado de ese espíritu piñufla y almacenero de nuestros empresarios y lideres. Dijo adiós el gran Joe Frazier, el púgil que logro derrotar a Muhammed Alí, si, al gran Alí, su gran amigo, también se nos fue Sócrates, el genial futbolista y doctor Sócrates.
Que decir de Raúl Ruiz, el mundo de la cultura tuvo su duelo aparte – aun lo tiene – por la partida del más trascendental cineasta chileno el 19 de agosto, y ella, Amy Winehouse que partió un 23 de julio, después de tocar fondo en ese largo espiral de excesos. Y entre muertos y muchos que vienen a este mundo cruel – ya pasamos los 7 billones – se nos va este 2011, a celebrar entonces nuestro ultimo año nuevo, esta claro que el 2012 nos moriremos todos, adiós pecadores.