viernes, 27 de enero de 2012

Leyendo “El Roto”

Comodities, renta variable, cluster, holding, todas palabras que parecieran significar conceptos de suyo complejo, acaso para ahuyentar a las personas pero que por el contrario contienen definiciones sencillas, tanto como la forma que encontró un grupo de sujetos para timar a países complejos, saquear sus arcas publicas, esquilmar a sus ciudadanos y llevar a una sociedad a la catástrofe. Como el gran Nicanor Parra bajo la poesía de su parnaso, la obra de “El Roto” del genial dibujante español Andrés Rábago García, consiste en traducir un argot inasequible, ese que tanto ayuda a perpetrar un saqueo entre pocos y sin testigos por medio de viñetas y mensajes de puro sentido común. Eso viene bien en un país – como el nuestro – donde el lavado cerebral lleva más de 30 largos años y viene de perilla porque aun no hacemos frente a una crisis que da para largo.

En realidad el libro sirve para prevenir a los desprevenidos de acá en caso que el rebote de la crisis sea como muchos temen que sean, pero que – ojo – ninguna autoridad va reconocer jamás públicamente. Quizás, el único problema de leer u ojear un libro completo de “El Roto” es que se corre el riesgo de terminar abatido porque uno termina dándose cuenta de cuan cretinos hemos sido todo este tiempo, y cuan largo y oscuro es el túnel que aun no comenzamos a atravesar. Lo único bueno es que últimamente la ideología neoliberal anda a los tumbos – después del estropicio global que dejo – pero esta sensación no durara para siempre.

Aunque aquí – honestamente – el problema me parece otro, hemos sido gobernados durante años y años por ineptos y viles que nos han vendido espejitos a nosotros quienes no habíamos visto las viñetas de “El Roto”. Ya lo saben, corran y adquieran un ejemplar de los 3 libros editados en Chile de “El Roto” porque este bienio 2012 – 2013 se viene de thriller.