Lecciones que deja una investigación – a todas luces – imbécil donde abundan conclusiones más bien propias de los charlatanes de los libros de autoayuda, como Coelho – por ejemplo – que embolina la perdiz de sus incautas lectoras y también lectores con versos que mezclan lo mejor de Arjona, Sanz y Fonsi con lo peor de la espiritualidad. Pero este es vivo al menos – sexualmente inteligente – tiene un método, cacha, sabe, tira la red y espera que los júreles se enreden solos y lo podría pelar todo lo que quiera pero el hombre, pucha que la hace bonita, y muchos de los que leerán esta columna no tendrán más remedio que arreglárselas solitos esta noche, él de seguro no.
Nótese la segunda gran conclusión, “una persona inteligente sexualmente y con conocimiento de si mismo llega a equilibrar su yo interno para liberal el sexual secreto, esto es quien nos atrae y excita ¿qué preferimos?, ¿qué aspectos de nuestra conducta erótica nos plantean dificultades?”. Esto supone todo un desafió, averiguar que nos atrae y que nos excita, que cosas estamos haciendo mal para sacarlo cuanto antes de nuestro repertorio, se le recomienda que contrate un investigador privado o acudir con una sexóloga como Pilar Sordo que finalmente es la única que le limpia el parabrisas a la galla. La vida es un eterno aprendizaje, ensayo y error, ensayo y error, pero siempre se debe ir aprendiendo de los errores, o teniendo claro que cada victima o persona victima de engrupimiento es distinta y de gustos diversos. En el manual del galancete esta el actuar y escuchar con delicadeza – nada de andar imitando a un efectivo de fuerzas especiales en días de protestas – cuidado con las formas, con las palabras, los gestos, cuidado con levantar mucho el codo la primera cita, mantenga la higiene personal, límpiese bien, aplique talco en las partes pudendas, mire que cuando se arrancan los espurios corporales la guarifaifa termina oliendo feo.
La segunda gran conclusión de este estudio habla de: “la capacidad para relacionarse con los demás, para tener a una persona satisfecha sexualmente hay que tener desarrolladas – previamente – una serie de competencias y habilidades sociales de conexión e intimidad con el otro”. Todo ese esfuerzo intelectual solo quiere decir una cosa, a mayor grado de niñez o introversión es segura una vida condenada a irse por el alambre, es necesaria la empatia, por eso en esa primera cita, usted diga que si a todo – aunque le cueste – toda refutación o cuestionamiento debe ser pospuesta en aras de un bien superior que es lograr que la otra persona pise el palito. Después – y lea muy bien – solo después de clavar la banderilla de torero podrá salirle con la empanada, ah, importante, bésese siempre apasionadamente, eso siempre calienta motores.
El estudio también recuerda que: “hay que ser abierto”, abierto de mente, bueno, en realidad es lo mismo, prosigamos: “entregarse sin restricciones e inseguridades es uno de los puntos más importantes para desarrollar una verdadera inteligencia sexual”. Entonces ya sabe – en buen castellano – entréguelo ya, de una vez, ríndase terrícola, el sexo es cosa de 2, ya bueno, para algunos de a 1, de 3, de 4 y hasta de 6 también.
Ahora, momento, no ha notado usted una campaña de desprestigio contra algunas practicas sexuales que a los más conservadores les parecen aberrantes. Y esto es indignante según los viejos perros de pampa, warriors entre warriors, miembros oficiales de los Power Rangers sexuales de Chile, esos que aprendieron de sexo leyendo la revista Trauco y guerreando cuales legionarios. Si usted lo piensa detenidamente tener sexo es lo mejor del mundo, otra cosa, si usted es una damisela, jamás cometa el error de decirle a su macho alfa que todas esas maravillas que hizo en la cama las hizo por primera vez con el, vera usted, eso seria insultar la inteligencia sexual de su pareja.
Un aviso, siempre es recomendable no crear muchas expectativas, se corre el riesgo de sufrir el síndrome Concertación y terminar con el 20% de aprobación. Eso equivale a que simplemente y sin ninguna contemplación le digan next.