La polémica sobre la filtración de una conversación dentro de la Corte Suprema tiene aristas bastantes curiosas y algunas preocupantes. En primer lugar la decisión de grabar las reuniones es de la misma corte, por lo que todos los miembros de esta saben que están siendo grabados, eso podría sorprender a varios por lo coloquial de conversación que se ha conocido, pero no a los supremos que saben que sus intervenciones están siendo grabadas.
En segundo lugar, una cosa es que se sepa que están siendo registrada las intervenciones y otra es que se crea que estas grabaciones serán filtradas a los medios de comunicación, las grabaciones tienen como propósito ultimo tener un respaldo documental de lo que se ha dicho, pero si se percibe que eso puede ser filtrado, indudablemente podría motivar que no se diga lo que se piensa y se actúe de diferente manera – ante la posibilidad de escucharse más tarde en un medio de comunicación – No fue lo que ocurrió en este caso a juzgar por la informalidad de las intervenciones, nadie espero que se filtraran, lo que señala que aunque se supiera de la grabación no se tenia la duda sobre una filtración, de hecho hay una investigación que busca encontrar la causa de esta.
En tercer lugar, los jueces supremos – en la conversación – plantean abiertamente un flagrante conflicto de interés. Si ellos no definen como delito un hecho que los afecta – porque sencillamente deciden que no es delito – como se puede hacer que aquello se investigue y que se traspase al Ministerio Publico el curso de una investigación, cuando eventualmente serán ellos mismos quienes decidirán sobre la licitud o no de aquello que se investigo. Si han decidido – con antelación – que esta concesión y estas licitaciones privadas que se hicieron en termino de construcciones no son delito – lo dijo el propio ministro de la Corte de Apelaciones y ex presidente de esta, Milton Juica – si es que ellos que son el ultimo tribunal, se supone que después de ellos no hay nadie que decida sobre si algo es delito o no. Si ellos establecen que esas cosas no corresponden a delito y por lo tanto no hay para que entregárselas al Ministerio Publico, entonces, de que forma puede tener uno una investigación para que se llegue a la conclusión de que hay algo irregular o no.
Este es un tema de conflicto de interés, ¿quién súper vigila a la Corte Suprema? La contraloría no lo puede hacer, el Parlamento si, lo puede hacer, pero por acción particular referente a los miembros como ha ocurrido con anterioridad cuando ha habido acusaciones constitucionales en contra de jueces, con resultados favorables incluso en 2 ocasiones. Si es que a la hora de encontrar bases para una cosa ilícita al interior de los palacios de justicia por acciones que ellos mismos gatillan al someter determinadas acciones a licitaciones y a las ventas, o permutas propias del negocio de la construcción o en este caso de licitar una serie de estas, si es que eso no se establece como delito, de que forma – porque si son delito – pueden llegar a ser investigados. El juez Sergio Muñoz – en la grabación – dice que corresponde que estas decisiones se traspasen al Ministerio Publico, el ex presidente de la Corte, Milton Juica dice que eso no es delito, incluso dice algo bastante curioso que me parece además totalmente incorrecta, Juica asegura que los delitos sobre colusión los establecen las empresas. Las personas jurídicas no establecen los delitos de colusión y eso se ha visto a través de juicios que están hasta el día de hoy vigentes, es cierto que farmacias Ahumada, Salcobrand y Cruz Verde estas acusadas de coludirse, pero a la hora de llegar a la justicia no serán las personas jurídicas quienes tendrán que comparecer, son los ejecutivos que conformaron el delito, son sus directores, quienes la permitieron o la instaron, siempre es un caso personal, por lo tanto no entiendo la intervención de Juica respecto de que son las empresas quienes se coluden, son las personas que trabajan en ellas.
La grabación representa una triple complejidad – por ponerle un nombre – lo que estaba determinado que se guardara como registro para eventualmente consultar posiciones en caso de que hubiese duda, se filtra, y eso hace que los jueces aparezcan en una situación más bien coloquial y sin esperar que salieran por los medios de comunicación. Excite también un conflicto de interés – enorme – bastante interesante que se plasma en esta conversación, la Corte Suprema plantea que si no se definen como delito las cosas que los afectan a ellos, entonces no hay nada ni nadie que los pueda investigar porque son ellos quienes decidirán en ultima instancia. Por ultimo, el tema de la filtración – que esta siendo investigada – es bastante preocupante ¿quién filtra la grabación?, indudablemente esas grabaciones, fuera de las personas que administrativamente las manejan, las conocen solo los jueces de la Corte Suprema, y sobre ellos – imagino – debe haber una suerte de comezón, señalando o pensando si acaso no hay entre ellos alguien que quiso sacar provecho de una situación, durante el cambio de presidencia que esta a portas – con el sucesor de Juica ya nombrado – para resolver o para establecer un emparejamiento de posiciones respecto de una situación por lo menos decir, irregular. Como no se puede investigar hasta las ultimas consecuencias porque en definitiva – así es justicia en Chile – será la propia Corte Suprema quien decidirá en ultima instancia, lo que si se puede y se debe hacer es vigilar el proceso, que es lo que comenzó a ocurrir ahora y ver segundo a segundo como se desenvuelve esta situación que ha afectado al corazón mismo del máximo tribunal de justicia del país.