El pánico seria una reacción comprensible – la primera – las más lógica, todo cuanto se refiere a la existencia de vida inteligente en otros mundos, se ha visto alimentado y quizás distorsionado por las producciones cinematográficas de Hollywood, películas que hablan de una invasión que arranca con imponentes naves nodrizas derribando al planeta, asomando por las nubes, películas que acaban con la especie humana, con la destrucción de todo lo que ha sido construido por el hombre, el desplome social y financiero, olas de suicidios y millones que esperan el final de los días en iglesias, mezquitas y templos.
El mundo científico ya se ha abierto a esta posibilidad, acaso porque en la inmensidad infinita del universo es tanto más probable que existan otras civilizaciones a que estemos solos, a que seamos una especie de milagro – de chiripa – o una cosa única. De momento la ciencia escudriña donde puede, acá en nuestro sistema solar, buscando vida microscópica en Marte o en alguna luna de Júpiter y ese es un indicador del fuerte interés que despierta este tema en los científicos de la comunidad internacional. Si hay alguna vida inteligente allá afuera puede ser que evoluciono en un periodo distinto, hace millones y millones de años terrestres atrás, por tanto nosotros jamás llegaremos a conocerla, se especula mucho, puede que haya una por ahí, una igual de rudimentaria que la nuestra y por tanto le sea imposible comunicarse o saber que hacemos aquí, el pobre conocimiento del universo, las distancias siderales, todo eso limita cualquier exploración o contacto.
Poco a poco hemos ido conociendo programas como SETI que busca vida en los confines del cosmos, el trabajo del astrofísico Craig Siegan o la ecuación del rayo-astrónomo Frank Drake, resultan concluyentes respecto de la posibilidad que exista vida inteligente en el resto del universo, nuestro conocimiento de la física esta aun en pañales, no sabemos nada de la materia oscura – por ejemplo – pero quien sabe que pasara en 1 o 2 siglos más, quizás mañana, depende de nuestros saltos evolutivos en materia cognitiva y tecnológica. A saber, a comienzos del siglo XX el hombre voló en un avión de madera y telas, solo 5 décadas después un satélite ya circundaba la tierra.
¿Esta la especie humana lo suficiente madura para aceptar una realidad semejante? la pregunta es valida si consideramos que hay gente – millones y millones – en todos los lugares del globo que aun se escandalizan cada vez que ven a seres humanos de otra raza y color caminando por sus calles, como será entonces ver a una especie tanto o más inteligente que la nuestra, que tan extendido seria el caos social y económico si algo así ocurriera en poco tiempo más. ¿Cuál es la tabla valorica y moral de esta civilización que nos contacta?, ¿cómo son?, ¿que aspecto tienen?, ¿serán repulsivos?, ¿vivirán en el agua?, ¿cómo serán sus asentamientos?, ¿nos aniquilaran como a las hormigas?, ¿nos esclavizaran?, ¿nos pondrán en jaulas para hacer monadas?, solo como antecedente, pueblos aborígenes de América vieron en sus costas llegar a seres de otros mundos, seres extraños, venidos del mar y que vestían atuendos acerados, con cuchillos largos y bastones que disparaban invisibles bolas de fuego, eran más blancos, más altos, más delgados, tenían barba, montaban extraños animales, y todo ese orden social y cultural colapso.
Quien sabe, de momento se valoran los avances científicos experimentados en los últimos 10 años, avances que se tornaron más patentes con la apertura de archivos militares sobre el fenómeno OVNI en varios países del mundo – incluyendo Chile – apenas sabemos lo que hay en nuestros mares, poco tiempo atrás la humanidad completita se desayuno con el descubrimiento de agua en la luna, satélite natural situado aquí a la vuelta de la esquina. Una postura científica saludable y seria indica que nada, nunca nada se puede descartar a priori, ni si quiera la inteligencia y vida en otros planetas y mundos.
lunes, 31 de octubre de 2011
domingo, 30 de octubre de 2011
¿Quiénes son el lumpen?
Fascistas, ese comportamiento tuvo la barra de Colo Colo que hoy fue en patota al Monumental – unos 40 mil – y le pegaron a un cabro de 15 años sólo porque vestía una camiseta de Universidad de Chile, fascismo puro ¿es bueno ver a hinchas alentando a su equipo? claro que sí, lo que no me parece – en absoluto – es la violencia como canal de expresión y desahogo de las frustraciones personales, más censurable aún me parecen las apologías y los discursos panegíricos respecto de este tema. Mal que mal, el aliento de las barras no puede ser excusa para sacrificar la integridad de las personas que desean asistir a un espectáculo deportivo, menos para los desafortunados vecinos de un estadio; tampoco lo es la supuesta "necesidad" de sus hinchas por asistir a un partido una razón de peso para permitir el cogoteo – impune – en las inmediaciones de cualquier recinto.
Cierto es que muchos de estos hinchas provienen de sectores marginados de la sociedad chilena y que muchos han carecido de verdaderas oportunidades en la vida, pero en esto pido que tengamos bien puestos los pantalones y las polleras, de tal manera que podamos hacernos algunas preguntas que resultan urgentes mientras nos miramos al espejo, ojalá todas las mañanas y que no siempre resultan del todo cómodas si la respuesta revela nuestra dejadez y falta de entrega: ¿cuánto he hecho por mí mismo en esta vida? ¿cuánto hemos luchado y nos hemos esforzado por librarnos del cepo opresor que nos impone el determinismo de una sociedad como la nuestra? ¿usted cree que ellos se hacen estas preguntas?
Y sí, podríamos deslizar varias disquisiciones sobre la naturaleza sociológica del fenómeno y todos podríamos llegar a diagnósticos más o menos coincidentes, pero déjenme recordarles que hace más de un siglo había personas aún más desposeídas que las de ahora, aún más marginadas y pauperizadas, sin embargo, pese a la tuberculosis, pese al hambre y la indefensión, pese al olvido, la lejanía y los malos tratos, a pesar de las enfermedades, el analfabetismo y la mortalidad infantil, fueron capaces de articular un movimiento y sacrificar sus propias vidas en aras de la dignidad de los trabajadores, lo que ha permitido que algunos de ustedes tengan un horario laboral y reciban al menos – si, al menos – un salario en dinero y no en fichas. ¿Por qué diablos tendría que tener consideración por estos tipos, si ni siquiera la tengo con el lumpen de cuello y corbata?
¿Cuántos serán los pungas? ¿treinta?, ¿cuarenta? es cierto, siempre serán minoría, pero no vengamos ahora con tonteras, que todos sabemos bien cómo se involucran con los dirigentes y cómo es que engordan sus arcas. Además, me parece que hemos obviado un fenómeno que resulta aún más descorazonador que escuchar un informe radial que y lo reconozco, resulta tan lapidario con quienes creen que el respeto se prodiga según el color de una camiseta: la pobreza, otrora inminentemente proletaria, poco a poco ha trocado en una pobreza lumpen, todos sus valores, su mirada de mundo, su poder organizacional y sus principios reivincativos han sido lentamente erosionados por un capitalismo a ultranza que promueve conductas psicóticas y antisociales a todo nivel, en todas las clases.
Lo que ya parece francamente impresentable es que, en un saludable ejercicio de entendimiento de un fenómeno de alcance global, se justifiquen conductas criminales o se relativicen sus consecuencias, sin atender siquiera el peor efecto que genera la violencia en los estadios: la privatización del fútbol chileno, proceso que culminó con la compra de clubes por parte de los grupos económicos y que germinó con la apropiación de las graderías por parte de pindingas que poco quieren a sus equipos. Los que pierden, los que más pierden, después de todo, son los trabajadores que se ven imposibilitados de adquirir una entrada en tribuna Pacífico, simplemente porque no tienen el poder adquisitivo, ¿quiénes son los fascistas entonces? otra pregunta, por cierto: ¿dónde estaban esos buenos hinchas cuando uno o dos imbéciles privaron a Colo Colo de jugar en su casa, en su estadio, la final de la Sudamericana 2006?, ¿por qué nadie saltó y señaló al responsable de las pedradas que dieron en la cabeza del jugador de Gimnasia y Esgrima de la Plata?
No me pidan comulgar con los preceptos de una minoría lumpen, cuyo accionar – huelga decir – ya ha cobrado vidas en las afueras de los estadios, no lo haré nunca, se los dice alguien que por más de 6 años asistió a la galería norte del estadio – Garra Blanca – 6 años adentro, hasta que dije "basta" y por algo lo dije.
Cierto es que muchos de estos hinchas provienen de sectores marginados de la sociedad chilena y que muchos han carecido de verdaderas oportunidades en la vida, pero en esto pido que tengamos bien puestos los pantalones y las polleras, de tal manera que podamos hacernos algunas preguntas que resultan urgentes mientras nos miramos al espejo, ojalá todas las mañanas y que no siempre resultan del todo cómodas si la respuesta revela nuestra dejadez y falta de entrega: ¿cuánto he hecho por mí mismo en esta vida? ¿cuánto hemos luchado y nos hemos esforzado por librarnos del cepo opresor que nos impone el determinismo de una sociedad como la nuestra? ¿usted cree que ellos se hacen estas preguntas?
Y sí, podríamos deslizar varias disquisiciones sobre la naturaleza sociológica del fenómeno y todos podríamos llegar a diagnósticos más o menos coincidentes, pero déjenme recordarles que hace más de un siglo había personas aún más desposeídas que las de ahora, aún más marginadas y pauperizadas, sin embargo, pese a la tuberculosis, pese al hambre y la indefensión, pese al olvido, la lejanía y los malos tratos, a pesar de las enfermedades, el analfabetismo y la mortalidad infantil, fueron capaces de articular un movimiento y sacrificar sus propias vidas en aras de la dignidad de los trabajadores, lo que ha permitido que algunos de ustedes tengan un horario laboral y reciban al menos – si, al menos – un salario en dinero y no en fichas. ¿Por qué diablos tendría que tener consideración por estos tipos, si ni siquiera la tengo con el lumpen de cuello y corbata?
¿Cuántos serán los pungas? ¿treinta?, ¿cuarenta? es cierto, siempre serán minoría, pero no vengamos ahora con tonteras, que todos sabemos bien cómo se involucran con los dirigentes y cómo es que engordan sus arcas. Además, me parece que hemos obviado un fenómeno que resulta aún más descorazonador que escuchar un informe radial que y lo reconozco, resulta tan lapidario con quienes creen que el respeto se prodiga según el color de una camiseta: la pobreza, otrora inminentemente proletaria, poco a poco ha trocado en una pobreza lumpen, todos sus valores, su mirada de mundo, su poder organizacional y sus principios reivincativos han sido lentamente erosionados por un capitalismo a ultranza que promueve conductas psicóticas y antisociales a todo nivel, en todas las clases.
Lo que ya parece francamente impresentable es que, en un saludable ejercicio de entendimiento de un fenómeno de alcance global, se justifiquen conductas criminales o se relativicen sus consecuencias, sin atender siquiera el peor efecto que genera la violencia en los estadios: la privatización del fútbol chileno, proceso que culminó con la compra de clubes por parte de los grupos económicos y que germinó con la apropiación de las graderías por parte de pindingas que poco quieren a sus equipos. Los que pierden, los que más pierden, después de todo, son los trabajadores que se ven imposibilitados de adquirir una entrada en tribuna Pacífico, simplemente porque no tienen el poder adquisitivo, ¿quiénes son los fascistas entonces? otra pregunta, por cierto: ¿dónde estaban esos buenos hinchas cuando uno o dos imbéciles privaron a Colo Colo de jugar en su casa, en su estadio, la final de la Sudamericana 2006?, ¿por qué nadie saltó y señaló al responsable de las pedradas que dieron en la cabeza del jugador de Gimnasia y Esgrima de la Plata?
No me pidan comulgar con los preceptos de una minoría lumpen, cuyo accionar – huelga decir – ya ha cobrado vidas en las afueras de los estadios, no lo haré nunca, se los dice alguien que por más de 6 años asistió a la galería norte del estadio – Garra Blanca – 6 años adentro, hasta que dije "basta" y por algo lo dije.
domingo, 23 de octubre de 2011
Aguas agitadas, muy agitadas
Que a pasado con los pececitos que – otrora – pululaban en maza por las aguas de ese mar que tranquilo nos baña, escasean, aun así nuestras aguas están agitadas, pymes, trabajadores de pesqueras, pescadores artesanales, en realidad es mucha la gente que acusa los efectos de una depredación brutal del recurso a manos de unas pocas empresas pertenecientes a 7 familias que en la practica conforman un oligopolio. Serian los tiburones – dicen ellos – empresarios con alma de escualo, todos gorditos gracias a los generosos aportes de los últimos 3 gobiernos – Frei, Lagos, Bachelet - ¿quién cuida lo que ha logrado sin esfuerzo? nadie, por eso el pescado esta carito, porque arrasaron con muchas especies, incluso algunas pesqueras – menores – han debido importar pescados de Asía para cumplir contratos previamente firmados con JUNJI y JUNAEB, terrible situación.
Esta fresco en la memoria, fue la ley corta de pesca en el gobierno de Ricardo Lagos que en aras de fortalecer a los exportadores sentó las bases de un modelo que permite a las grandes empresas acaparar el producto, veámoslo en números, hace un lustro las merluzas extraídas ascendían a 1.500.000 toneladas y actualmente ese volumen se redujo a solo 300.000, si esto sigue así en 4 años más chao pescado – literalmente – con la merluza. La culpa de esto no es de la jibia, eso es puro tollo dicen, es culpa de la pesca de arrastre y personeros de gobierno presionados por las empresas, las mismas que logran así que les suban las cuotas contraviniendo opiniones del mundo científico. Muchos peces son muy jóvenes y los devuelven muertos al mar, estos cabros no solo depredan, sino además externalizan los pasivos ambientales.
Aseguran que este gobierno es medio esquizofrénico, dice algo en un sentido, después actúa en otro, más raro que pescado con hombros, por ultimo que las empresas dieran buenos empleos dicen, pero viendo que le han estado vendiendo la pesca a mucha de a pie, los trabajadores de empresas pesqueras están echando al agua a sus patrones. Los trabajos generados por el sector son mínimos y además precarios, verdadera basura, hediondos como un pescado muerto puesto un buen ratito al sol, así funciona esta industria y ni se arrugan.
Es cierto, la mayoría de quienes participaron en una meza de negociación termino firmando el documento que hoy esgrime el gobierno, pocos se negaron, los pescadores artesanales dicen que en esa meza de trabajo aparte de hablar puras cabezas de pescado y ser poco representativa, muchos se dieron vuelta la chaqueta porque poderoso señor es don dinero aseguran. Los industriales han vetado a dirigentes y que repartiendo uno a uno – los billetitos – los fueron dividiendo y así lograron prevalecer, otros pescadores dicen que el sector está en estado terminal, la ley del gobierno de Lagos les fijo cuotas imposibles de alcanzar a efectos de despojarlos del recurso, porque dicha ley contemplaba la penalización por el no cumplimiento de las cuotas asignadas para la extracción ¿cómo? deben ceder parte de su cuota al que si puede pescar, a quien si no, las grandes empresas, por lo tanto sus familias en algunos meses del año simplemente pasan hambre.
Escamosos, de la subsecretaria de pesca jamás se ha obtenido respuesta alguna, ojo que por la boca muere el pez, Piñera prometió cambios, aun recuerdan que fue uno de los que en 1991 trabajo fuertemente por la asignación de cuotas, por eso lo instan a retomar el plan cuyo diseño encomendó al ministro Juan Andrés Fontaine, pero que el ministro Longueira echo por la borda tiempo después, por ultimo que paguen dicen las pymes. Si no hay nada de eso, bueno, no les quedara más que hacerles olitas a este gobierno, una más en este constante tusunami, perdón quise decir tsunami, una más de tantas que ya parece no hacer mucho la diferencia, probablemente en el gobierno dirán “que le hace el agua al pescado”.
Esta fresco en la memoria, fue la ley corta de pesca en el gobierno de Ricardo Lagos que en aras de fortalecer a los exportadores sentó las bases de un modelo que permite a las grandes empresas acaparar el producto, veámoslo en números, hace un lustro las merluzas extraídas ascendían a 1.500.000 toneladas y actualmente ese volumen se redujo a solo 300.000, si esto sigue así en 4 años más chao pescado – literalmente – con la merluza. La culpa de esto no es de la jibia, eso es puro tollo dicen, es culpa de la pesca de arrastre y personeros de gobierno presionados por las empresas, las mismas que logran así que les suban las cuotas contraviniendo opiniones del mundo científico. Muchos peces son muy jóvenes y los devuelven muertos al mar, estos cabros no solo depredan, sino además externalizan los pasivos ambientales.
Aseguran que este gobierno es medio esquizofrénico, dice algo en un sentido, después actúa en otro, más raro que pescado con hombros, por ultimo que las empresas dieran buenos empleos dicen, pero viendo que le han estado vendiendo la pesca a mucha de a pie, los trabajadores de empresas pesqueras están echando al agua a sus patrones. Los trabajos generados por el sector son mínimos y además precarios, verdadera basura, hediondos como un pescado muerto puesto un buen ratito al sol, así funciona esta industria y ni se arrugan.
Es cierto, la mayoría de quienes participaron en una meza de negociación termino firmando el documento que hoy esgrime el gobierno, pocos se negaron, los pescadores artesanales dicen que en esa meza de trabajo aparte de hablar puras cabezas de pescado y ser poco representativa, muchos se dieron vuelta la chaqueta porque poderoso señor es don dinero aseguran. Los industriales han vetado a dirigentes y que repartiendo uno a uno – los billetitos – los fueron dividiendo y así lograron prevalecer, otros pescadores dicen que el sector está en estado terminal, la ley del gobierno de Lagos les fijo cuotas imposibles de alcanzar a efectos de despojarlos del recurso, porque dicha ley contemplaba la penalización por el no cumplimiento de las cuotas asignadas para la extracción ¿cómo? deben ceder parte de su cuota al que si puede pescar, a quien si no, las grandes empresas, por lo tanto sus familias en algunos meses del año simplemente pasan hambre.
Escamosos, de la subsecretaria de pesca jamás se ha obtenido respuesta alguna, ojo que por la boca muere el pez, Piñera prometió cambios, aun recuerdan que fue uno de los que en 1991 trabajo fuertemente por la asignación de cuotas, por eso lo instan a retomar el plan cuyo diseño encomendó al ministro Juan Andrés Fontaine, pero que el ministro Longueira echo por la borda tiempo después, por ultimo que paguen dicen las pymes. Si no hay nada de eso, bueno, no les quedara más que hacerles olitas a este gobierno, una más en este constante tusunami, perdón quise decir tsunami, una más de tantas que ya parece no hacer mucho la diferencia, probablemente en el gobierno dirán “que le hace el agua al pescado”.
jueves, 20 de octubre de 2011
Muerto el perro, muere la rabia
Ustedes probablemente lo sospechan por que ven televisión, cuando algún noticiario abre su programa con una noticia internacional cae el rating, claro, siempre y cuando no sean imágenes de un dramatismo exagerado – brutales – si es algo importante pero no ultra dramático la gente siempre termina cambiando de canal. Han ocurrido 2 noticias que quizás sean parte de ese menú, en distintos tiempos si, la muerte del dictador libio Muamar Gadafi, largamente mostrada porque existen imágenes de su detención y posterior ejecución, es decir, podemos ver el deceso del gobernante de Libia durante 42 años, además por la importancia para esta seguidilla de alzamientos árabes – donde Libia era pieza clave –
Gadafi fue de esos que se alinearon a favor y en contra de todos, socio y enemigo de USA, lo mismo de Francia, fue panarabico, panafricano, parte del movimiento de los países no alineados en los 70, financista de terroristas y soplón de los mismos que financio alguna vez, todo eso hizo Muamar en 42 años de poder. Su muerte implica una moraleja moderna, los dictadores terminan así, execrados por quienes lo adoraron, con su gente cercana muerta o encarcelada y el mundo celebrando su desaparición, si esa imagen sirve – por lo menos – para desalentar a algún posible candidato a tirano, esos que creen que todos los problemas que se suscitan deben ser resueltos por la fuerza, quizás lo vale, quizás vale la pena, no existe paz – mediana o larga – para los dictadores en el mundo actual.
La otra noticia – no tan espectacular como la primera pero para mi más importante – es el término de ETA. No hubo más que capuchas y una escueta declaración – en este caso – por lo tanto no estuvo dentro de las primeras noticias, no es lo suficientemente dramático, no es lo suficientemente brutal, es una noticia sin disparos, ni algarabías, no hay gritos de triunfo, pero es igualmente decidora para un movimientos que no pudo conseguir ninguno de sus objetivos por la vía de la violencia. Aquí no solo se acaba la violencia por ser un problema ético, se acaba por que no dio resultados, es esto lo que ocurre en países donde se aplica la violencia, se aumentan las penas, donde se hacen las cosas cada vez mas violentas pensando en que eso detendrá a las personas y cuando se dan cuenta que eso no da resultado se deben buscar nuevas formulas, así lo hizo LIRA en el caso de Irlanda, como lo está haciendo ETA en el caso del pueblo Vasco.
Dos noticias internacionales y que merecen ser digeridas, entendidas, reflexionas, porque como todas las noticias internacionales que tienen que ver con seres humanos en convivencia, más cerca o más lejos, tienen que ver con lo que nosotros hacemos.
Gadafi fue de esos que se alinearon a favor y en contra de todos, socio y enemigo de USA, lo mismo de Francia, fue panarabico, panafricano, parte del movimiento de los países no alineados en los 70, financista de terroristas y soplón de los mismos que financio alguna vez, todo eso hizo Muamar en 42 años de poder. Su muerte implica una moraleja moderna, los dictadores terminan así, execrados por quienes lo adoraron, con su gente cercana muerta o encarcelada y el mundo celebrando su desaparición, si esa imagen sirve – por lo menos – para desalentar a algún posible candidato a tirano, esos que creen que todos los problemas que se suscitan deben ser resueltos por la fuerza, quizás lo vale, quizás vale la pena, no existe paz – mediana o larga – para los dictadores en el mundo actual.
La otra noticia – no tan espectacular como la primera pero para mi más importante – es el término de ETA. No hubo más que capuchas y una escueta declaración – en este caso – por lo tanto no estuvo dentro de las primeras noticias, no es lo suficientemente dramático, no es lo suficientemente brutal, es una noticia sin disparos, ni algarabías, no hay gritos de triunfo, pero es igualmente decidora para un movimientos que no pudo conseguir ninguno de sus objetivos por la vía de la violencia. Aquí no solo se acaba la violencia por ser un problema ético, se acaba por que no dio resultados, es esto lo que ocurre en países donde se aplica la violencia, se aumentan las penas, donde se hacen las cosas cada vez mas violentas pensando en que eso detendrá a las personas y cuando se dan cuenta que eso no da resultado se deben buscar nuevas formulas, así lo hizo LIRA en el caso de Irlanda, como lo está haciendo ETA en el caso del pueblo Vasco.
Dos noticias internacionales y que merecen ser digeridas, entendidas, reflexionas, porque como todas las noticias internacionales que tienen que ver con seres humanos en convivencia, más cerca o más lejos, tienen que ver con lo que nosotros hacemos.
martes, 18 de octubre de 2011
Sinécdoque, cambia todo cambia
Existe una figura literaria llamada sinécdoque, esta es usada – básicamente – para representar un todo por alguna de las partes involucradas en disputas o en algún tipo de confrontación, es una sinécdoque por ejemplo decir “20 velas iniciaron la carrera” al mirar una regata porque solo se hace referencia a una parte de los veleros, el periodismo es otro buen ejemplo en sinécdoques porque jamás logra abarcar toda la realidad que busca retratar y constantemente reduce esa realidad a una parte del todo.
Clásico es lo que ocurre cuando hay movilizaciones, destacar hechos dramáticos y repetirlos hasta la saciedad y las personas se hacen la idea que todo lo que ocurrió en la manifestación se reduce a esa parte del todo, es esto lo que reclaman los manifestantes – cualquiera será su tendencia política – y en todo los países cuando los medios periodísticos se concentran solo en los hechos dramáticos, en la violencia y los hace pasar por sobre todo lo demás que paso. Sin embargo existe un riesgo – un gran riesgo – cuando las manifestaciones perduran durante mucho tiempo comienzan a languidecer los ánimos y los entusiasmos, la masividad comienza a descender en cada nueva convocatoria, se corre el riesgo que la sinécdoque comience cada vez más a aparecerse al todo, mientras menos gente marche y mientras se mantenga el numero de delincuentes – encapuchados – que salen en todas las cosas con la menor excusa, que probablemente no tienen nada que ver con lo se esta pidiendo en el fondo, pero aun así saldrán porque esta la posibilidad de que así sea.
Uno sabe que esto es un juego de imagen en gran medida donde una parte quiere – en el caso de los estudiantes – instalar como algo que mantiene la misma fuerza la idea de fondo, la educación de calidad, ojala gratuita, ojala abarcando a toda la población, sin embargo, en la medida en que comienza a perderse el entusiasmo o el animo por la razón que sea y empiezan a mantenerse en la misma proporción los encapuchados, hay más posibilidades de que se este representando la manifestación sobre la base de lo que ocurrió con unos delincuentes en diferentes puntos del país
Al final todo liderazgo – sin excepción – estudiantil, de gobierno u oposición debe evaluar – en sus grandes campañas – hasta donde llega y hasta donde pasa la posta a otros que continúan en el mismo camino, que continúan la misma lucha. Esto es algo que debe estar meditándose en el movimiento estudiantil, muchos de los dirigentes que hemos conocido tienen que ser reemplazados o tienen que ser sometidos a votaciones en las próximas jornadas y por lo tanto cabe preguntarse ¿debe una nueva generación de recambio continuar con la batalla de fondo? ¿seguimos nosotros al mando? ¿si seguimos nosotros contamos con el apoyo y con el mismo entusiasmo que en un comienzo? Cuando se tome la decisión debe evitarse que los delincuentes se infiltren en las próximas manifestaciones, porque lise y llanamente cuando no es posible seguir con el mismo grado de entusiasmo es hora de que otros tomen esa tarea – su lucha asi lo merece – facilito, nuevas caras, nuevos liderazgos y nuevas formas.
Clásico es lo que ocurre cuando hay movilizaciones, destacar hechos dramáticos y repetirlos hasta la saciedad y las personas se hacen la idea que todo lo que ocurrió en la manifestación se reduce a esa parte del todo, es esto lo que reclaman los manifestantes – cualquiera será su tendencia política – y en todo los países cuando los medios periodísticos se concentran solo en los hechos dramáticos, en la violencia y los hace pasar por sobre todo lo demás que paso. Sin embargo existe un riesgo – un gran riesgo – cuando las manifestaciones perduran durante mucho tiempo comienzan a languidecer los ánimos y los entusiasmos, la masividad comienza a descender en cada nueva convocatoria, se corre el riesgo que la sinécdoque comience cada vez más a aparecerse al todo, mientras menos gente marche y mientras se mantenga el numero de delincuentes – encapuchados – que salen en todas las cosas con la menor excusa, que probablemente no tienen nada que ver con lo se esta pidiendo en el fondo, pero aun así saldrán porque esta la posibilidad de que así sea.
Uno sabe que esto es un juego de imagen en gran medida donde una parte quiere – en el caso de los estudiantes – instalar como algo que mantiene la misma fuerza la idea de fondo, la educación de calidad, ojala gratuita, ojala abarcando a toda la población, sin embargo, en la medida en que comienza a perderse el entusiasmo o el animo por la razón que sea y empiezan a mantenerse en la misma proporción los encapuchados, hay más posibilidades de que se este representando la manifestación sobre la base de lo que ocurrió con unos delincuentes en diferentes puntos del país
Al final todo liderazgo – sin excepción – estudiantil, de gobierno u oposición debe evaluar – en sus grandes campañas – hasta donde llega y hasta donde pasa la posta a otros que continúan en el mismo camino, que continúan la misma lucha. Esto es algo que debe estar meditándose en el movimiento estudiantil, muchos de los dirigentes que hemos conocido tienen que ser reemplazados o tienen que ser sometidos a votaciones en las próximas jornadas y por lo tanto cabe preguntarse ¿debe una nueva generación de recambio continuar con la batalla de fondo? ¿seguimos nosotros al mando? ¿si seguimos nosotros contamos con el apoyo y con el mismo entusiasmo que en un comienzo? Cuando se tome la decisión debe evitarse que los delincuentes se infiltren en las próximas manifestaciones, porque lise y llanamente cuando no es posible seguir con el mismo grado de entusiasmo es hora de que otros tomen esa tarea – su lucha asi lo merece – facilito, nuevas caras, nuevos liderazgos y nuevas formas.
lunes, 17 de octubre de 2011
¿Sospechoso yo?
Sorprendido hoy por la mañana escuche al edil de Las Condes Francisco de la Maza hablar sobre la discriminación nunca antes vista – dice – sobre los barristas de Colo Colo. Más allá de calificar la expresión del alcalde, que dicho sea de paso nunca ha querido cerca ninguna barra de los equipos grades, hay algo que dijo y no deja de tener razón, lo que se prohibió ayer fue que los hinchas de Colo Colo entraran a la comuna de Las Condes.
Ayer carabineros – todo según palabras de De la Maza – se situó estratégicamente no rodeando el estadio, si no a la salida de la estación de metro Tobalaba y también en Los Dominicos para evitar que los barristas de Colo Colo emprendieran rumbo a San Carlos de Apoquindo. Resultado de la acción, 350 personas detenidas, perdón, no detenidas porque se uso la expresión “retener”, que retuvo entonces por 5 horas a todos quienes portaban camisetas del equipo de Macul y a quienes anduvieran a pata, no es eso detención por sospecha, no se sabe porque aun la autoridad no define la figura.
En definitiva carabineros con esta acción desarmo toda posibilidad de que hubiera violencia y pese a lo caliente del ambiente – de la tarde – se jugo el partido casi exclusivamente con hinchas cruzados y no hubo ninguna clase de incidentes. A no confundirse, pese a los que presenciaron la escena de las 350 personas “retenidas”, la gran mayoría no estaba haciendo nada – incluso muchos fueron detenidos por solo caminar – nadie puede poner las manos al fuego por la garra blanca pues ellos han sabido ganarse su mala fama, el tema aquí es otro, el tema es el procedimiento policial que solo se ha visto para Las Condes o acaso han sido testigos de un comportamiento policial con barristas sin entrada en Ñuñoa, Independencia o en La Florida.
Hay otra pregunta que hacerse – cae de cajón – ya que hay llamado a movilizarse el miércoles con 4 marchas que desembocaran en Plaza Italia, por que esta formula de “retención” para evitar incidentes no es empleada con los encapuchados por ejemplo, llama tanto la atención que cada vez que se pregunta a carabineros ¿por qué no se utiliza una formula preventiva para desactivar a los encapuchados violentos? esos que solo se aprovechan de las manifestaciones para destruir la ciudad, la respuesta siempre es la misma, que no se puede actuar con antelación, que esta prohibido, que los protocolos, que no se puede detener a nadie sin que antes haga efectivamente algo. Ayer quedo claro que todo lo anterior no es cierto, que si se puede actuar antes, que ante la sospecha pueden operar “reteniendo” a la gente, si lo hacen con los barristas de Colo Colo por el solo hecho de intuir que algo pueden hacer, no se puede hacer lo mismo con los encapuchados quienes claramente al tapar sus rostros buscan no ser reconocidos para destruir y violentar.
No quiero pensar que las consideraciones son distintas, no quiero pensar que lo sucedido ayer se dio así porque pasó en Las Condes, no quiero pensar que por esa razón tuvo un actuar diferente en carabineros y una mirada distinta de la autoridad. ¿Las Condes acaso es distinta al resto de la región metropolitana?
Si los universitarios llamaran a marchar en vez de a Plaza Italia a Plaza Perú en plena avenida Isidora Goyenechea o Plaza Los Dominicos en el centro de la comuna del sector oriente, las autoridades y carabineros actuarían distinto, desactivarían a los encapuchados o detendrían – perdón “retendrían” – a todos, estudiantes, periodistas, profesores, autoridades, a todos. Claramente en algunas comunas de Santiago todos los que transitan por ahí y no viven allí son sospechosos ¿de que? vaya usted a saber.
Ayer carabineros – todo según palabras de De la Maza – se situó estratégicamente no rodeando el estadio, si no a la salida de la estación de metro Tobalaba y también en Los Dominicos para evitar que los barristas de Colo Colo emprendieran rumbo a San Carlos de Apoquindo. Resultado de la acción, 350 personas detenidas, perdón, no detenidas porque se uso la expresión “retener”, que retuvo entonces por 5 horas a todos quienes portaban camisetas del equipo de Macul y a quienes anduvieran a pata, no es eso detención por sospecha, no se sabe porque aun la autoridad no define la figura.
En definitiva carabineros con esta acción desarmo toda posibilidad de que hubiera violencia y pese a lo caliente del ambiente – de la tarde – se jugo el partido casi exclusivamente con hinchas cruzados y no hubo ninguna clase de incidentes. A no confundirse, pese a los que presenciaron la escena de las 350 personas “retenidas”, la gran mayoría no estaba haciendo nada – incluso muchos fueron detenidos por solo caminar – nadie puede poner las manos al fuego por la garra blanca pues ellos han sabido ganarse su mala fama, el tema aquí es otro, el tema es el procedimiento policial que solo se ha visto para Las Condes o acaso han sido testigos de un comportamiento policial con barristas sin entrada en Ñuñoa, Independencia o en La Florida.
Hay otra pregunta que hacerse – cae de cajón – ya que hay llamado a movilizarse el miércoles con 4 marchas que desembocaran en Plaza Italia, por que esta formula de “retención” para evitar incidentes no es empleada con los encapuchados por ejemplo, llama tanto la atención que cada vez que se pregunta a carabineros ¿por qué no se utiliza una formula preventiva para desactivar a los encapuchados violentos? esos que solo se aprovechan de las manifestaciones para destruir la ciudad, la respuesta siempre es la misma, que no se puede actuar con antelación, que esta prohibido, que los protocolos, que no se puede detener a nadie sin que antes haga efectivamente algo. Ayer quedo claro que todo lo anterior no es cierto, que si se puede actuar antes, que ante la sospecha pueden operar “reteniendo” a la gente, si lo hacen con los barristas de Colo Colo por el solo hecho de intuir que algo pueden hacer, no se puede hacer lo mismo con los encapuchados quienes claramente al tapar sus rostros buscan no ser reconocidos para destruir y violentar.
No quiero pensar que las consideraciones son distintas, no quiero pensar que lo sucedido ayer se dio así porque pasó en Las Condes, no quiero pensar que por esa razón tuvo un actuar diferente en carabineros y una mirada distinta de la autoridad. ¿Las Condes acaso es distinta al resto de la región metropolitana?
Si los universitarios llamaran a marchar en vez de a Plaza Italia a Plaza Perú en plena avenida Isidora Goyenechea o Plaza Los Dominicos en el centro de la comuna del sector oriente, las autoridades y carabineros actuarían distinto, desactivarían a los encapuchados o detendrían – perdón “retendrían” – a todos, estudiantes, periodistas, profesores, autoridades, a todos. Claramente en algunas comunas de Santiago todos los que transitan por ahí y no viven allí son sospechosos ¿de que? vaya usted a saber.
sábado, 15 de octubre de 2011
Más que simples vecinos
A menudo vemos a los argentinos como un atajo de fanfarrones y chantas, ese tipo de personas que se creen más de lo que realmente valen, los vemos como personas poco confiables, reyes de la improvisación, la informalidad, el desorden, molestosos, egocéntricos y ultra tacaños, pero también vemos en ellos un envidiable desplante, una personalidad avasalladora diametralmente opuesta a la de nosotros - los chilenos – que somos opacos, tímidos, sin tema de conversación, incultitos, acomplejados e inseguros.
Los argentinos, todo lo hablan con convicción y seguridad asombrosas, aunque en ocasiones – muy seguido – no tengan una puta idea de lo que están opinando, son algunos de nuestros prejuicios sobre nuestros hermanos nacidos del otro lado de la cordillera, siempre le atribuimos un numero de vicios y defectos más bien propios de los porteños, además los hacemos extensivos – injustamente – a los que son de provincias. ¿Les tenemos envidia? seria una exageración decir que si, pero claramente ellos tienen cosas que nosotros no, son esas pequeñas cosas que aquí siempre se recuerdan con tal de achatarnos a nosotros mismos, si no me cree pregúntele a cualquier mujer chilena que al menos por facha y prestancia los chilenitos llevamos todas las de perder, ni modo. No es un misterio que las mujeres argentinas son objeto de deseo para los chilenos, para aquellos que no están con polola al lado – por cierto – resulta más que evidente esa ventaja gigantesca que la argentina le saca al nunca bien ponderado “producto nacional”.
Ellos tienen pampa, nosotros cerros, ellos tienen una cultura deportiva que se origina en los barrios – lo que les permite mantenerse saludables – nosotros nada – excepto un culto a echar guata y dormir la mona hasta que nos de puntada – su capital es lise y llanamente deslumbrante, la nuestra en cambio la consideramos horrorosa, sin una identidad clara. Allá la palabra de los niños es siempre considerada, acá la opinión de los cabros vale hongo, pero la principal diferencia estriba en que en Argentina existe una figura potente como la del padre, hombre siempre presente cuya autoridad es ley, el cría, los lleva al colegio, los saca a pasear, los entrena desde mocosos para que sean buenos deportistas, nosotros en tanto, nosotros contamos con esa madre omnipresente, esa que convierte a su hijo varón en un guiñapo sobre protegido y hasta un poco amanerado – en algunos casos – un ente decorativo de nula gravitación en lo domestico, solo aquí en Chile se ven madres llevando a guailones de 14 o 15 años subidos en las faldas de mamá, por esa razón después salen irresponsables y poquita cosa cuando son adultos, acá no se tiene la figura paterna de los argentinos que desde chicos – incluso – parten hablando más fuerte y más ronco.
Argentina es un país rico que debería estar a la altura de Canadá o Australia, pero ahí abunda la farra, el caos institucional, la componenda espuria que los somete a una permanente crisis financiera y que los ata a un subdesarrollo que les recuerda – de vez en cuando – con mucho dolor que pertenecen a este lado del mundo, que finalmente son parte de América Latina. Chile fue el primer país que organizo su estado – ese es mi chilito – y su historia republicana no tiene parangón con otros países del continente, ellos tienen todo y no logran nada, nosotros tenemos muy poco y con eso hacemos mucho, nosotros somos tipos eficientes, competentes y en la generalidad muy correctos, sin embargo cometemos ese estupido error de subestimarnos en exceso.
Dejándose de comparaciones y tonteras, por mucho que no queramos los de aquí y no quieran los de allá, ambos pueblos tenemos un destino en común, nadie puede suponer que uno de los 2 países ganara un lugar en este mundo si no es en compañía del otro, cosa que se va aprendiendo en vista de una notable integración en todos los campos. Quien no ha tenido algún amigo o conocido argentino, si no es su caso y se topa con uno vera que después de la fantochada inicial son buenas personas y muy creativas, hasta graciosos son los hueones.
Los argentinos, todo lo hablan con convicción y seguridad asombrosas, aunque en ocasiones – muy seguido – no tengan una puta idea de lo que están opinando, son algunos de nuestros prejuicios sobre nuestros hermanos nacidos del otro lado de la cordillera, siempre le atribuimos un numero de vicios y defectos más bien propios de los porteños, además los hacemos extensivos – injustamente – a los que son de provincias. ¿Les tenemos envidia? seria una exageración decir que si, pero claramente ellos tienen cosas que nosotros no, son esas pequeñas cosas que aquí siempre se recuerdan con tal de achatarnos a nosotros mismos, si no me cree pregúntele a cualquier mujer chilena que al menos por facha y prestancia los chilenitos llevamos todas las de perder, ni modo. No es un misterio que las mujeres argentinas son objeto de deseo para los chilenos, para aquellos que no están con polola al lado – por cierto – resulta más que evidente esa ventaja gigantesca que la argentina le saca al nunca bien ponderado “producto nacional”.
Ellos tienen pampa, nosotros cerros, ellos tienen una cultura deportiva que se origina en los barrios – lo que les permite mantenerse saludables – nosotros nada – excepto un culto a echar guata y dormir la mona hasta que nos de puntada – su capital es lise y llanamente deslumbrante, la nuestra en cambio la consideramos horrorosa, sin una identidad clara. Allá la palabra de los niños es siempre considerada, acá la opinión de los cabros vale hongo, pero la principal diferencia estriba en que en Argentina existe una figura potente como la del padre, hombre siempre presente cuya autoridad es ley, el cría, los lleva al colegio, los saca a pasear, los entrena desde mocosos para que sean buenos deportistas, nosotros en tanto, nosotros contamos con esa madre omnipresente, esa que convierte a su hijo varón en un guiñapo sobre protegido y hasta un poco amanerado – en algunos casos – un ente decorativo de nula gravitación en lo domestico, solo aquí en Chile se ven madres llevando a guailones de 14 o 15 años subidos en las faldas de mamá, por esa razón después salen irresponsables y poquita cosa cuando son adultos, acá no se tiene la figura paterna de los argentinos que desde chicos – incluso – parten hablando más fuerte y más ronco.
Argentina es un país rico que debería estar a la altura de Canadá o Australia, pero ahí abunda la farra, el caos institucional, la componenda espuria que los somete a una permanente crisis financiera y que los ata a un subdesarrollo que les recuerda – de vez en cuando – con mucho dolor que pertenecen a este lado del mundo, que finalmente son parte de América Latina. Chile fue el primer país que organizo su estado – ese es mi chilito – y su historia republicana no tiene parangón con otros países del continente, ellos tienen todo y no logran nada, nosotros tenemos muy poco y con eso hacemos mucho, nosotros somos tipos eficientes, competentes y en la generalidad muy correctos, sin embargo cometemos ese estupido error de subestimarnos en exceso.
Dejándose de comparaciones y tonteras, por mucho que no queramos los de aquí y no quieran los de allá, ambos pueblos tenemos un destino en común, nadie puede suponer que uno de los 2 países ganara un lugar en este mundo si no es en compañía del otro, cosa que se va aprendiendo en vista de una notable integración en todos los campos. Quien no ha tenido algún amigo o conocido argentino, si no es su caso y se topa con uno vera que después de la fantochada inicial son buenas personas y muy creativas, hasta graciosos son los hueones.
viernes, 14 de octubre de 2011
Ciudadanos de segunda clase
Este es un asunto que tiene muchas aristas, no es primera vez que se ve algo así, ya saben, un partido de fútbol, las barras, la ubicación del estadio, los vecinos, sus derechos, la negociación, presidentes de clubes deportivos, alcaldes, intendentes, en fin.
La corte a rechazado cualquier recurso, finalmente – como en un comienzo – el partido del día domingo se juega con las condiciones puestas por Universidad Católica, solo se entregaran – lea bien – 30 entradas a la hinchada de Colo Colo, en términos simples, la hinchada alba se queda fuera del estadio San Carlos de Apoquindo. Este estadio no es – claramente – el único estadio del país, sin embargo es el único que vive en polémicas permanentes, ahí simplemente no se juega ningún partido calificado de “alta convocatoria” o peligroso si se quiere. ¿Pasa esto en Independencia, La Florida o Ñuñoa? no, para otros vecinos no existen estas consideraciones, no se entiende muy bien si es por el peso del alcalde o el peso de los vecinos.
Después de mucho pensarlo Católica decidió jugársela – insistir – para que el partido contra Colo Colo se juegue en su propia cancha, pero este tiene tantas condiciones a su alrededor que claramente no será un encuentro normal, solo estará la hinchada local en las gradas, claro, la idea es – simplemente – que nadie llegue alterar el vecindario colindante con el estadio, nadie de Colo Colo. Insisto, este es un tema con demasiadas aristas, una de ellas recae sobre el alcalde de Las Condes que vocifera a los 4 vientos que el partido jamás debió permitirse, claramente el peso de ser alcalde de esta comuna es mucho mayor que si fuera el de cualquier otra, el barrio San Carlos de Apoquindo hace más presión que cualquier otro.
Cuando la intendenta de Santiago aprueba el partido y es criticada abiertamente por el alcalde, esta señala que aquí, en la región Metropolitana, no hay ciudadanos de segunda clase, claramente este es un deseo y no la realidad, todos tenemos muy claro que los ciudadanos en Santiago – en Chile en general – pesan distinto, existen unos de primera clase, otros de segunda y hasta de tercera. Otra arista es la de un estadio en ese barrio, para los vecinos es como una cárcel en las cercanías de sus casas, es verdad, muchos no desean un estadio al lado y son las casas cercanas las que muchas veces reciben devaluación por situarse en ese lugar. ¿Por qué ocurre esto? porque si existen muchísimos países donde los estadios no están lejos de las casa, por el contrario están en medio de estas, bueno, aquí la cosa es distinta porque jamás se han controlado las barras, así de clarito, son un factor importante para la convivencia y ni si quiera me he referido al partido en si.
Así a la pasadita, que nadie olvide la ley del consumidor, aquí claramente se vulneran derechos, la organización más refinada de un evento es simple discriminación, nadie puede prohibir o limitar la venta de entradas, aquí el “tu si y tu no” no cuenta y no sirve.
La corte a rechazado cualquier recurso, finalmente – como en un comienzo – el partido del día domingo se juega con las condiciones puestas por Universidad Católica, solo se entregaran – lea bien – 30 entradas a la hinchada de Colo Colo, en términos simples, la hinchada alba se queda fuera del estadio San Carlos de Apoquindo. Este estadio no es – claramente – el único estadio del país, sin embargo es el único que vive en polémicas permanentes, ahí simplemente no se juega ningún partido calificado de “alta convocatoria” o peligroso si se quiere. ¿Pasa esto en Independencia, La Florida o Ñuñoa? no, para otros vecinos no existen estas consideraciones, no se entiende muy bien si es por el peso del alcalde o el peso de los vecinos.
Después de mucho pensarlo Católica decidió jugársela – insistir – para que el partido contra Colo Colo se juegue en su propia cancha, pero este tiene tantas condiciones a su alrededor que claramente no será un encuentro normal, solo estará la hinchada local en las gradas, claro, la idea es – simplemente – que nadie llegue alterar el vecindario colindante con el estadio, nadie de Colo Colo. Insisto, este es un tema con demasiadas aristas, una de ellas recae sobre el alcalde de Las Condes que vocifera a los 4 vientos que el partido jamás debió permitirse, claramente el peso de ser alcalde de esta comuna es mucho mayor que si fuera el de cualquier otra, el barrio San Carlos de Apoquindo hace más presión que cualquier otro.
Cuando la intendenta de Santiago aprueba el partido y es criticada abiertamente por el alcalde, esta señala que aquí, en la región Metropolitana, no hay ciudadanos de segunda clase, claramente este es un deseo y no la realidad, todos tenemos muy claro que los ciudadanos en Santiago – en Chile en general – pesan distinto, existen unos de primera clase, otros de segunda y hasta de tercera. Otra arista es la de un estadio en ese barrio, para los vecinos es como una cárcel en las cercanías de sus casas, es verdad, muchos no desean un estadio al lado y son las casas cercanas las que muchas veces reciben devaluación por situarse en ese lugar. ¿Por qué ocurre esto? porque si existen muchísimos países donde los estadios no están lejos de las casa, por el contrario están en medio de estas, bueno, aquí la cosa es distinta porque jamás se han controlado las barras, así de clarito, son un factor importante para la convivencia y ni si quiera me he referido al partido en si.
Así a la pasadita, que nadie olvide la ley del consumidor, aquí claramente se vulneran derechos, la organización más refinada de un evento es simple discriminación, nadie puede prohibir o limitar la venta de entradas, aquí el “tu si y tu no” no cuenta y no sirve.
viernes, 7 de octubre de 2011
¿Pobres financiando a ricos? imposible
A veces una ideología logra colocar – logra instalar – un concepto y hace incluso que las personas que puedan verse perjudicadas defiendan esa idea, eso es lo que ocurre en la discusión sobre la gratuidad en educación universitaria, que se trata de un subsidio de los pobres para los ricos – dicen – se dice de igual manera que los más ricos no subsidiarían a los más pobres, que la clase media tendría una carga regresiva porque los ricos pueden pagar, pero no es de esto de lo que se habla, se esta hablando – pidiendo – lo que ocurre en muchos países del mundo donde cada persona que merezca – independiente su nivel socio-económico – tiene garantizada una educación de calidad gratuita.
¿Donde esta la regresividad? obvio, existe regresividad si es que no se produce una variable, el problema no es que las personas de más altos recursos tengan educación universitaria gratuita, el problema es que esas mismas personas – sus familias, sus padres – esos mismos que son los más ricos de Chile simultáneamente no son los que más contribuyen con impuesto al país. Eluden, evaden, encuentran 50 mil formas – existentes en la ley – para así dilatar el pago de impuestos, por lo tanto no contribuyen al verdadero nivel de sus ingresos a la carga que necesita el país para financiar la educación, distinto seria si es que estas personas generaran las contribuciones al erario nacional que corresponde que generen, sin elusión, sin paraísos fiscales, sin sociedades de inversiones chantas, sin meter papas, mamas, tíos, hermanos, sobrinos, etc. y de esa forma, por la vía de la contribución ellos no tendrían ni un problema – ni el estado tendría ni un problema – en dar gratuitamente la educación a sus hijos al igual que a todo el resto de la población, porque seguramente su contribución – en materia impositiva – seria bastante más que lo que el país les devolvería en educación.
Resulta que se habla ideológicamente y sale este concepto de pobres financiando a ricos, a ver señor, a ver señora, a que me refiero cuando hablamos de ricos, si usted gana $3.000.000 ya pertenece al 5% más rico de Chile, si usted tiene 2 hijos que asisten a la universidad un tercio de ese sueldo deberá pagar cada fin de mes, entonces ¿es usted millonario? por supuesto que no, cuando hablo de personas ricas, hablo de personas que ganan por sobre los $25.000.000 mensuales, hablo de esas 4000 personas y este país – en términos conceptuales – tiene capturado, tiene de rehén a millones haciéndoles creer que los ricos son la mitad del país y que por lo tanto existe otra mitad pobre que financiaría la educación de todos, eso no es así, no es así y lo que ocurre es que en Chile se hacen 2 cosas – simultáneamente – que no pueden ser, se tienen los aranceles universitarios más caros de América Latina, no existe un derecho de garantía – para quienes lo merezcan – de educación gratuita y simultáneamente el proceso de elusión de impuestos es el más alto del continente también, aquí se evaden los impuestos muy fácilmente, la taza impositiva de las empresas es bajísima, entonces si aquí se quiere pagar la educación de los hijos de las personas más ricas pero no se les cobra a ellos la verdadera contribución que debieran hacer al erario nacional, claro, en ese caso si seria un subsidio, por lo tanto – indirectamente – cuando se habla de no a la educación gratuita, lo que se dice es no a una reforma tributaria que augure que las personas ricas paguen lo que deben pagar y así no habría tanto problema en que el estado, el país, todos estuviéramos en las mismas condiciones de tener gratuidad si es que los estudiantes lo merecen.
Cosa totalmente distinta es esta venta de un concepto ideológico que a todas luces es falso, que es mentira y sofista, esa idea de que si la gratuidad es para todos y que simultáneamente no se cambia nada más, es decir, se promueve y se estimula que ese pequeño grupo de verdaderos ricos se pueden dedicar a la especulación financiera, se pueden dedicar a un montón – enorme – de martingala para, entre otras cosas, la paga de menos impuestos que los que paga usted señor, que los que paga usted señora, entonces – si no se pretende cambiar esa situación – la verdad es que ofrecer gratuidad será una carga para los sectores más pobres, pero si los ricos tienen una contribución impositiva que corresponde de manera exacta a sus ingresos, entonces desaparecerían los problemas, entonces seria bastante barato financiar la educación.
¿Donde esta la regresividad? obvio, existe regresividad si es que no se produce una variable, el problema no es que las personas de más altos recursos tengan educación universitaria gratuita, el problema es que esas mismas personas – sus familias, sus padres – esos mismos que son los más ricos de Chile simultáneamente no son los que más contribuyen con impuesto al país. Eluden, evaden, encuentran 50 mil formas – existentes en la ley – para así dilatar el pago de impuestos, por lo tanto no contribuyen al verdadero nivel de sus ingresos a la carga que necesita el país para financiar la educación, distinto seria si es que estas personas generaran las contribuciones al erario nacional que corresponde que generen, sin elusión, sin paraísos fiscales, sin sociedades de inversiones chantas, sin meter papas, mamas, tíos, hermanos, sobrinos, etc. y de esa forma, por la vía de la contribución ellos no tendrían ni un problema – ni el estado tendría ni un problema – en dar gratuitamente la educación a sus hijos al igual que a todo el resto de la población, porque seguramente su contribución – en materia impositiva – seria bastante más que lo que el país les devolvería en educación.
Resulta que se habla ideológicamente y sale este concepto de pobres financiando a ricos, a ver señor, a ver señora, a que me refiero cuando hablamos de ricos, si usted gana $3.000.000 ya pertenece al 5% más rico de Chile, si usted tiene 2 hijos que asisten a la universidad un tercio de ese sueldo deberá pagar cada fin de mes, entonces ¿es usted millonario? por supuesto que no, cuando hablo de personas ricas, hablo de personas que ganan por sobre los $25.000.000 mensuales, hablo de esas 4000 personas y este país – en términos conceptuales – tiene capturado, tiene de rehén a millones haciéndoles creer que los ricos son la mitad del país y que por lo tanto existe otra mitad pobre que financiaría la educación de todos, eso no es así, no es así y lo que ocurre es que en Chile se hacen 2 cosas – simultáneamente – que no pueden ser, se tienen los aranceles universitarios más caros de América Latina, no existe un derecho de garantía – para quienes lo merezcan – de educación gratuita y simultáneamente el proceso de elusión de impuestos es el más alto del continente también, aquí se evaden los impuestos muy fácilmente, la taza impositiva de las empresas es bajísima, entonces si aquí se quiere pagar la educación de los hijos de las personas más ricas pero no se les cobra a ellos la verdadera contribución que debieran hacer al erario nacional, claro, en ese caso si seria un subsidio, por lo tanto – indirectamente – cuando se habla de no a la educación gratuita, lo que se dice es no a una reforma tributaria que augure que las personas ricas paguen lo que deben pagar y así no habría tanto problema en que el estado, el país, todos estuviéramos en las mismas condiciones de tener gratuidad si es que los estudiantes lo merecen.
Cosa totalmente distinta es esta venta de un concepto ideológico que a todas luces es falso, que es mentira y sofista, esa idea de que si la gratuidad es para todos y que simultáneamente no se cambia nada más, es decir, se promueve y se estimula que ese pequeño grupo de verdaderos ricos se pueden dedicar a la especulación financiera, se pueden dedicar a un montón – enorme – de martingala para, entre otras cosas, la paga de menos impuestos que los que paga usted señor, que los que paga usted señora, entonces – si no se pretende cambiar esa situación – la verdad es que ofrecer gratuidad será una carga para los sectores más pobres, pero si los ricos tienen una contribución impositiva que corresponde de manera exacta a sus ingresos, entonces desaparecerían los problemas, entonces seria bastante barato financiar la educación.
jueves, 6 de octubre de 2011
Vamos fiscalizando
Fiscalizar medidas de seguridad en la minería, que no se roben el agua, fiscalizaron los buses, el uso adecuado de los recursos en colegios subvencionados, fiscalizar la emisión de las industrias, el transantiago, fiscalizar a las ONG, a los que trabajan en el estado y fiscalizar a los que fiscalizan, fiscalizar, fiscalizar, fiscalizar. Un país de fiscalización y vigilancia continua, de verdad se cree que los frescos campean entre nosotros, tan pobre de virtudes estamos que necesitamos vigilancia a todo evento, yo creo que los tipos honestos aun son más, siempre son más.
Por cierto que el modelo económico imperante en Chile establece la competitividad y el individualismo en lugar de la solidaridad – como pilar básico de funcionamiento – cuando este sentir es asumido por las personas se pierde interés en organizarse, por ejemplo cada vez son menos los sindicatos. Este sentimiento de desconfianza y competitividad se vio azuzado también por la propaganda política de a fines de los 90, también ha sido reforzada por los medios cuando se logro internar la delincuencia como bandera de lucha, una victoria conseguida por Joaquín Lavín – en su momento – durante su campaña y Chile se volvió de un momento a otro un país desbordado por cumas, cumas por todas partes y cuando un mensaje así cobra fuerza en la población es de toda lógica que paremos las antenas ante cualquier desconocido.
Sebastián Piñera – como candidato – también la hizo suya y prometió candado para la “puerta giratoria de la delincuencia”, los niveles de confianza son importantísimos, en Chile el nivel de confianza entre personas es bajo – por no decir cero - ¿usted dejaría su bicicleta en la calle sin ponerle cadena y 3 o 4 candados? imposible, esto es importante porque la buena fe es fundamental incluso en los negocios, sin embargo el mensaje catastrófico de la “moralidad social” se traslado a la cosa publica, claro, sabidos son los arreglines de antología, pero la percepción de un estado corrupto también fue utilizada como tema de campaña política. Cuantos honestos no cayeron en el mismo saco, los países que alcanzan los más altos índices de desarrollo son – precisamente – los países en donde la gente confía en los demás y también confían en sus instituciones, los chilenos estamos a la cabeza de América Latina en este ultimo aspecto, lo que si se mantiene bajo – y es muy preocupante – es la escasa credibilidad en los partidos políticos, ahí no somos la excepción, si, finalmente latinoamericanos somos, de ahí venimos y ahí nacimos.
La desconfianza descompone el tejido institucional y degrada la democracia, esa pérdida de credibilidad en la política a sido muy perjudicial porque de otra manera no se generan los consensos para avanzar en materias de fondo, bastante poco hemos hecho para cuidar nuestra democracia y nuestras instituciones, la Concertación hizo su parte, mucho lobby, mucho mirarse el ombligo, operadores titando las manos como locos, igual – lo mismo – la Alianza, ya desde a fines de los 90 la candidatura presidencial de Lavín exploto la idea de que la política era bazofia – pura y dura – y que el, cual paladín, resolvería en forma practica los problemas que la gente bajo una óptica bastante gerencial y consista, “los viejos políticos” decía Lavín – cara dura – como si el no perteneciera a ellos.
La demagogia igual a jugar con fuego, después de denigrar el sistema político la derecha se encuentra en una situación compleja ahora que es gobierno, un estado poco moderno, también hemos visto funcionarios de la actual administración han terminado envuelto en situaciones – por decir lo menos – irregulares. Respecto de programas claves de gobierno como la delincuencia, Piñera tuvo que decir la verdad, esa dolorosa verdad que omitió en su candidatura porque por muy chocante que sea, este fenómeno obedece a causas sistémicas, sin contar también que la delincuencia dinamiza la economía generando inversiones y empleos, es de toda lógica que el reconociendo del presidente genere asombro y malestar – incluyendo a gente de su propio sector –
Cuanto cacarearon con la alta dirección publica, cuanto se hablo de transparentar la información a la ciudadanía, se trabajo en una ley, se suponía que era un avance pero ya existen muchas denuncias al respecto, le paso a la CONFECH, le pidieron al Ministerio de Justicia – dirigido en ese entonces por Felipe Bulnes – que entregara información relativa a los vínculos del entonces Ministro de Educación Joaquín Lavín con la Universidad del Desarrollo y los pelotearon, se les dijo que aquello le correspondía al MINEDUC lo que no es cierto – pero ya aclarado eso – Justicia apelo a un error de tipeo en la presentación de los estudiantes para evitar la entrega, porque en efecto, los muchachos hablaban de esa entidad como derecho publico en vez de derecho privado, demás que todos sabían a que hacían referencia pero esta minucia ayudo a driblar la acción y hasta este minuto aun no reciben.
Cuanto se hablo del voto voluntario, cuanto más de la inscripción automática, del sufragio de los chilenos en el exterior, el retail sabe donde vive usted, pero no lo saben los servicios del estado – fíjese – y este tema es de lo más complicado para la gobernabilidad del país, la lógica transicional, este sistema político rancio, todo eso ya no da más, así las cosas, seria todo ¿no creen?
Por cierto que el modelo económico imperante en Chile establece la competitividad y el individualismo en lugar de la solidaridad – como pilar básico de funcionamiento – cuando este sentir es asumido por las personas se pierde interés en organizarse, por ejemplo cada vez son menos los sindicatos. Este sentimiento de desconfianza y competitividad se vio azuzado también por la propaganda política de a fines de los 90, también ha sido reforzada por los medios cuando se logro internar la delincuencia como bandera de lucha, una victoria conseguida por Joaquín Lavín – en su momento – durante su campaña y Chile se volvió de un momento a otro un país desbordado por cumas, cumas por todas partes y cuando un mensaje así cobra fuerza en la población es de toda lógica que paremos las antenas ante cualquier desconocido.
Sebastián Piñera – como candidato – también la hizo suya y prometió candado para la “puerta giratoria de la delincuencia”, los niveles de confianza son importantísimos, en Chile el nivel de confianza entre personas es bajo – por no decir cero - ¿usted dejaría su bicicleta en la calle sin ponerle cadena y 3 o 4 candados? imposible, esto es importante porque la buena fe es fundamental incluso en los negocios, sin embargo el mensaje catastrófico de la “moralidad social” se traslado a la cosa publica, claro, sabidos son los arreglines de antología, pero la percepción de un estado corrupto también fue utilizada como tema de campaña política. Cuantos honestos no cayeron en el mismo saco, los países que alcanzan los más altos índices de desarrollo son – precisamente – los países en donde la gente confía en los demás y también confían en sus instituciones, los chilenos estamos a la cabeza de América Latina en este ultimo aspecto, lo que si se mantiene bajo – y es muy preocupante – es la escasa credibilidad en los partidos políticos, ahí no somos la excepción, si, finalmente latinoamericanos somos, de ahí venimos y ahí nacimos.
La desconfianza descompone el tejido institucional y degrada la democracia, esa pérdida de credibilidad en la política a sido muy perjudicial porque de otra manera no se generan los consensos para avanzar en materias de fondo, bastante poco hemos hecho para cuidar nuestra democracia y nuestras instituciones, la Concertación hizo su parte, mucho lobby, mucho mirarse el ombligo, operadores titando las manos como locos, igual – lo mismo – la Alianza, ya desde a fines de los 90 la candidatura presidencial de Lavín exploto la idea de que la política era bazofia – pura y dura – y que el, cual paladín, resolvería en forma practica los problemas que la gente bajo una óptica bastante gerencial y consista, “los viejos políticos” decía Lavín – cara dura – como si el no perteneciera a ellos.
La demagogia igual a jugar con fuego, después de denigrar el sistema político la derecha se encuentra en una situación compleja ahora que es gobierno, un estado poco moderno, también hemos visto funcionarios de la actual administración han terminado envuelto en situaciones – por decir lo menos – irregulares. Respecto de programas claves de gobierno como la delincuencia, Piñera tuvo que decir la verdad, esa dolorosa verdad que omitió en su candidatura porque por muy chocante que sea, este fenómeno obedece a causas sistémicas, sin contar también que la delincuencia dinamiza la economía generando inversiones y empleos, es de toda lógica que el reconociendo del presidente genere asombro y malestar – incluyendo a gente de su propio sector –
Cuanto cacarearon con la alta dirección publica, cuanto se hablo de transparentar la información a la ciudadanía, se trabajo en una ley, se suponía que era un avance pero ya existen muchas denuncias al respecto, le paso a la CONFECH, le pidieron al Ministerio de Justicia – dirigido en ese entonces por Felipe Bulnes – que entregara información relativa a los vínculos del entonces Ministro de Educación Joaquín Lavín con la Universidad del Desarrollo y los pelotearon, se les dijo que aquello le correspondía al MINEDUC lo que no es cierto – pero ya aclarado eso – Justicia apelo a un error de tipeo en la presentación de los estudiantes para evitar la entrega, porque en efecto, los muchachos hablaban de esa entidad como derecho publico en vez de derecho privado, demás que todos sabían a que hacían referencia pero esta minucia ayudo a driblar la acción y hasta este minuto aun no reciben.
Cuanto se hablo del voto voluntario, cuanto más de la inscripción automática, del sufragio de los chilenos en el exterior, el retail sabe donde vive usted, pero no lo saben los servicios del estado – fíjese – y este tema es de lo más complicado para la gobernabilidad del país, la lógica transicional, este sistema político rancio, todo eso ya no da más, así las cosas, seria todo ¿no creen?
miércoles, 5 de octubre de 2011
Sin miedo ni vergüenza, simplemente ateo
Ya se prepara la realización del primer congreso de ateos en Chile, la adhesión a sido lenta acaso por la timidez de los chilenos por salir de ese closet ideológico – lo que suele ser un proceso traumático – dada la fuerte censura que se le aplica a la gente que simplemente no creen en dios, Ala, Jehová o como quiera que se le denomine al caballero barbudo que creo – dicen – este mundo en solo 6 días. Aun hay padres que se sienten muy mal si uno de sus retoños les confiesa su ateismo y lo primero que se les viene a su cabecita es que si el cabro chico les salio ateo, quizás que valores retorcidos le va enseñar a mis nietos – sus hijos - ¿los bautizara? aunque no lo crean eso es tema, es que el ateismo preocupa – preocupa mucho – especialmente en las generaciones de avanzada edad.
Pinochet por ejemplo, fue bautizado y se autodefinía como “creyente religioso” y mire usted, por eso el congreso es en respuesta a la hipocresía llamada religión y fundamentalmente a esa excesiva gravitación de lo religioso en el ámbito publico, más aun si se considera que en este país la persecución y discriminación contra los ateos – si bien es solapada – existe, especialmente en el mundo laboral. Los ateos se sienten así, castigados por quienes creen ser portadores de una verdad suprema, dueños de la moral y como tal tienden a creerse moneditas de oro, en esta dialéctica el ateo responde con un ataque directo – verdadero – al relato bíblico, simples recopilaciones de pasajes sangrientos y crueles, una boba leyenda pastoril ambientada en el Oriente medio – por allá en el año del ñauca – devenida por sus representantes temporales en instrumento de dominio y opresión, hablo del mayor fraude de la historia – sin duda alguna – y con efectos permisivos como todas las otras, la musulmana, la judía, la de acá y la de más allá, todas las religiones son bazofias pura y dura. Cada quien es libre – por supuesto – de creer en dios, nomos, quetzalcoatlus, unicornios y odin en su fuero interno, pero en Chile el poder espiritual parece estar por sobre el secular y laico, ese arribismo ingénito de los chilenos propicio vuelcos a posiciones más extremas y esa referencia excesiva hacia el pensamiento religioso.
El ateismo se ha tornado antirreligioso y anticlerical, según algunos sabihondos – apostólicos, católicos, romanos – es mucho más difícil tratar con un ateo que con un agnóstico, a estos sabelotodo les molesta esta “corriente deicida” que la aprecie en el mundo ateísta. Los ateos militantes no serian tan duros si los creyentes – en su cruzada frente al relativismo moral – no fueran tan metetes e impusieran sus dogmas al resto de los mortales muchas veces premiando políticas publicas en materia de salud, educación o familia, incluso en un minuto de alucinante estupidez boicotearan expresiones artísticas como ocurrió con Iron Maiden, la negativa de entregar la píldora del día después, la oposición al divorcio y el aborto terapéutico, la igualación de la teoría evolutiva de Darwin con la teoría creacionista, no, si son tantas cosas, una tras otra.
Al final del día tanta cosa no son más que manotazos de ahogados, de cosmogonía en curso de colisión con la modernidad, ahogados y enceguecidos por la luz del conocimiento. ¿Qué hay con el CENSO? el CENSO, de veras, que revelara el CENSO que se viene, seguirán los chilenos siendo tan creyentes, dudoso, el mundo ateo pugna por salir a la luz – no la divina – en manos de científicos de renombre que proselitismo mediante se han declarado en guerra ante tanta superchería y embuste, ante el retraso y el oscurantismo de las sociedades confesionales, ante la resignación y la pereza intelectual, ante las limitaciones de la necesidad de búsqueda que permita ganar trinchera al pensamiento mágico religioso. Nada peor que escuchar a jefes de estado, políticos, autoridades de pías invocando de tanto en tanto la “ayudita” de algún ser celestial, algo muy impropio en democracias seculares.
Pinochet por ejemplo, fue bautizado y se autodefinía como “creyente religioso” y mire usted, por eso el congreso es en respuesta a la hipocresía llamada religión y fundamentalmente a esa excesiva gravitación de lo religioso en el ámbito publico, más aun si se considera que en este país la persecución y discriminación contra los ateos – si bien es solapada – existe, especialmente en el mundo laboral. Los ateos se sienten así, castigados por quienes creen ser portadores de una verdad suprema, dueños de la moral y como tal tienden a creerse moneditas de oro, en esta dialéctica el ateo responde con un ataque directo – verdadero – al relato bíblico, simples recopilaciones de pasajes sangrientos y crueles, una boba leyenda pastoril ambientada en el Oriente medio – por allá en el año del ñauca – devenida por sus representantes temporales en instrumento de dominio y opresión, hablo del mayor fraude de la historia – sin duda alguna – y con efectos permisivos como todas las otras, la musulmana, la judía, la de acá y la de más allá, todas las religiones son bazofias pura y dura. Cada quien es libre – por supuesto – de creer en dios, nomos, quetzalcoatlus, unicornios y odin en su fuero interno, pero en Chile el poder espiritual parece estar por sobre el secular y laico, ese arribismo ingénito de los chilenos propicio vuelcos a posiciones más extremas y esa referencia excesiva hacia el pensamiento religioso.
El ateismo se ha tornado antirreligioso y anticlerical, según algunos sabihondos – apostólicos, católicos, romanos – es mucho más difícil tratar con un ateo que con un agnóstico, a estos sabelotodo les molesta esta “corriente deicida” que la aprecie en el mundo ateísta. Los ateos militantes no serian tan duros si los creyentes – en su cruzada frente al relativismo moral – no fueran tan metetes e impusieran sus dogmas al resto de los mortales muchas veces premiando políticas publicas en materia de salud, educación o familia, incluso en un minuto de alucinante estupidez boicotearan expresiones artísticas como ocurrió con Iron Maiden, la negativa de entregar la píldora del día después, la oposición al divorcio y el aborto terapéutico, la igualación de la teoría evolutiva de Darwin con la teoría creacionista, no, si son tantas cosas, una tras otra.
Al final del día tanta cosa no son más que manotazos de ahogados, de cosmogonía en curso de colisión con la modernidad, ahogados y enceguecidos por la luz del conocimiento. ¿Qué hay con el CENSO? el CENSO, de veras, que revelara el CENSO que se viene, seguirán los chilenos siendo tan creyentes, dudoso, el mundo ateo pugna por salir a la luz – no la divina – en manos de científicos de renombre que proselitismo mediante se han declarado en guerra ante tanta superchería y embuste, ante el retraso y el oscurantismo de las sociedades confesionales, ante la resignación y la pereza intelectual, ante las limitaciones de la necesidad de búsqueda que permita ganar trinchera al pensamiento mágico religioso. Nada peor que escuchar a jefes de estado, políticos, autoridades de pías invocando de tanto en tanto la “ayudita” de algún ser celestial, algo muy impropio en democracias seculares.
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